SEÑOR, VUELVE A ENSEÑARNOS A ORAR…

| 19 noviembre, 2012

¿Cuál es la clave? ¿Orar más tiempo? ¿Utilizar mejores palabras?

He descubierto que, si pasamos por alto, desconocemos o no tenemos en cuenta la “voluntad soberana de Dios”, inevitablemente, se caerá en una “rutina espiritual farisea“, sin entusiasmo y sin sentido.
Quiero, en estas breves líneas, compartir algo de mis últimas experiencias, que influenciaron en el enfoque de la oración y otros aspectos del ministerio.
En agosto de 2007, fui impactado por la “experiencia reformista”: “el justo por la fe vivirá” y “justificado pues por la fe…”.
Esto me llevo a replantear “mi teología”, “mi ministerio”, “mi enfoque bíblico”, introduciéndome en el maravilloso mundo del Nuevo Pacto.
En este replanteo apareció la soberanía de Dios y la asistencia del Espíritu.
Descubrí que si el motivo de la oración no es el correcto o no está alineado con su soberana voluntad, la oración, por mucha que sea…, no se está orando bien, sino que se está orando por intereses personales disfrazados de espiritualidad.
Soberanía implica que Él hace TODO lo que quiere y como quiere, en los cielos y en la tierra.

Nada ni nadie puede impedir o entorpecer lo que Él ha determinado hacer.
Él no depende ni de las negligencias, ni de descuidos u olvidos humanos.
Él tiene todo bajo control y, por medio de la oración, nos hace partícipes de sus planes soberanos y eternos.
No oramos para que Él haga lo que nosotros deseamos o queremos, sino para que Él haga a través de nosotros ¡lo que Él quiere y desea!
Soberanía no significa que Él pasa por alto nuestras oraciones.

Por ejemplo, en la evangelización Él ha predestinado que por medio de la oración y la locura de la predicación, nos permita descubrir a los que Él escogió desde antes de la fundación del mundo para ser salvos.
Nuestra responsabilidad es orar y anunciar, pero debemos saber que “no todos creerán a nuestro anuncio”. Que Dios quiere la salvación de todos, pero no todos quieren la salvación de Dios.
Cuando descubramos que Dios tiene el control de la historia, que todo está bajo su providencia, que lo que ocurre no es un accidente, ni casualidad, oraremos con una nueva frescura, desafío y visión.
La revelación, no la información, de la visión correcta de su soberanía, es el mejor incentivo para orar e introducirnos a nuevas experiencias.
Personalmente descubrí –y sigo descubriendo– cómo oraba Pablo por los creyentes, por sus paisanos –los judíos–, y por los perdidos. Y además, como pedía que oraran por él. Efesios 1:16-19 y 3:14-21; Filipenses 1:9-11; Colosenses 1:9; 1ª Tesalonicenses 3:10-13; 2ª  Tesalonicenses 1:11-12.

Al meditar en ellos y practicarlos, se verán en nuestras vidas resultados espirituales maravillosos.
No oramos para controlar a Dios, o para que Él haga lo que nosotros deseamos, sino para descubrir, por medio de su Palabra, su voluntad. ¡Que Él nos revele qué es lo que quiere!
Soberanía no es excusa para no orar, sino la base de nuestra seguridad y confianza para hacerlo con mas entusiasmo.

 

Textos bíblicos

Efesios 1.16-19

“…no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza…” 

Filipenses 1.9-11

“Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”

Colosenses 1.9

“Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual…” 

1ª Tesalonicenses 3.10-13

“…orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe? Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.
Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros, para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.”

2ª Tesalonicenses 1.11-12

“Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.”

 

Mauricio Lestani
Pastor de la Iglesia en Tigre
Unión de las Asambleas de Dios

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.

Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.

La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

 

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Categoria: Edición 1 | LA ORACIÓN, entrega 3, PASTORAL, Vida Pastoral

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