Debate, parte I – Análisis de los Directores de Seminarios

| 25 marzo, 2013

Para el “Debate”, en este número dedicado al tema de la EDUCACIÓN, hemos citado a directores de Institutos Bíblicos pidiéndoles respuestas a interrogantes que la pastoral se hace sobre los seminarios donde se preparan los futuros líderes.
Rocky Grams, Walter Pérez Doglio y Carlos Villanueva nos han presentado sus opiniones, en ellas notamos, con satisfacción, la postura de saber que se están desarrollando programas con un muy buen nivel académico, pero sin perder de vista el objetivo, el que está centrado en algo superador: la preparación espiritual y la búsqueda de la madurez personal de quienes serán los futuros líderes de la Iglesia del Señor.
Presentamos este “Debate” en dos entregas, la segunda, Dios mediante, la pondremos a su consideración el lunes próximo.

A su entender, ¿qué debe priorizarse en la formación académica de los futuros pastores?

R. Grams: Se debe priorizar el conocimiento de la Palabra, incluyendo la capacidad de interpretarla con una hermenéutica sana y cuidadosa que los guíe en la aplicación de sus principios a sus propias vidas, a la iglesia y a la sociedad. Además, se necesitan conocimientos fundamentales de la comunicación y de las relaciones interpersonales dentro de un marco del siervo-liderazgo.

Más que nada debemos colocar en sus manos herramientas para investigar por sí mismos en la Biblia y luego comunicar eficazmente todo lo que descubren con la iluminación y la participación del Espíritu Santo.

W. Pérez: Evidentemente en los tiempos que nos toca vivir, la formación “académica” en el sentido estricto ha ido cambiando. De una formación de escritorio se ha ido pasando a una formación integral, donde se tiene en cuenta la adquisición de conocimientos, la exposición a diversos ministerios eclesiásticos y la formación de la personalidad de siervo, de conductor de iglesias y de formador de espiritualidad.

C. Villanueva: Nos gusta pensar que somos una institución de formación. Nuestra filosofía es que la formación debe ser integral. No ponemos todo el acento en el aspecto académico, sino en la educación intelectual, espiritual y práctica del estudiante.

Una formación intelectual, sin base espiritual y que se exprese en acciones concretas, no tiene para nosotros sentido. Evaluamos al alumnado a partir de su crecimiento en los distintos aspectos de su vida.

¿Cómo calificaría la base general de conocimientos bíblicos que traen los alumnos que empiezan el Seminario y a qué atribuye eso?

R. Grams: Como vienen de trasfondos variados, es también variada la demostración de conocimientos bíblicos. Algunos cuentan con sólo dos o tres años de convertidos. Otros se han criado en la iglesia. De los primeros no se puede esperar mucho. Algunos han leído la Biblia entera y otros no. De los que ya siguen el Camino por años, a menudo vemos tremendos vacíos en su conocimiento bíblico, por la falta de énfasis en la Educación Cristiana en sus iglesias. No ha habido mucho acercamiento personalizado a la Biblia.

W. Pérez: Es muy diverso, hay estudiantes que vienen con una solida instrucción bíblica y otros no. Depende de sus pastores y depende de las iglesias de donde provienen. Como así también hay estudiantes que ya vienen con una hermenéutica adquirida y rígida que los condiciona.

C. Villanueva: Desde hace casi treinta (30) años nuestra institución realiza un examen de diagnóstico a los ingresantes a cualquiera de nuestras carreras. Tiene un doble propósito, por un lado conocer cuál es la base para poder ayudarles a crecer, y por el otro evaluar la formación bíblica que dan las distintas iglesias (pues casi un 52 % de los alumnos no son bautistas) a sus miembros.

A lo largo de estos años hemos visto que los que llegan a nuestra institución, provenientes de distintos tipos de congregaciones, tienen cada vez menos conocimiento de la Palabra de Dios. No es que no la comprendan, es que no la conocen. Nosotros los llamamos analfabetos bíblicos. Generalmente los acompañamos a que crezcan en la lectura de la misma.

Una de las razones que creemos que produce este analfabetismo bíblico es la falta de lectura, estudio y predicación de las Escrituras en sus congregaciones.

Cuéntenos algunos detalles sobresalientes de algún educador suyo que lo haya “marcado” en su época de preparación.

R. Grams: El educador que tuvo muchísimo que ver con mi formación es mi padre, M. David Grams. Tuve la dicha de observarlo de cerca y aprender de él en nuestro hogar, en viajes a las iglesias en el Altiplano boliviano, en el Instituto Bíblico General Pando, en el Centro Evangelístico de La Paz y en unos cuantos seminarios del Instituto de Superación Ministerial.

Las cualidades suyas que sobresalen son su amor por la Palabra, su disposición y entrega total a Dios y a la iglesia, su capacidad asombrosa de ilustrar y aplicar principios bíblicos, su constante curiosidad y deseo de aprender y crecer.

Lo he visto permanecer en el altar por hasta dos horas orando por estudiantes de la Palabra. Lo he acompañado a dormir en pisos de barro o en catres rústicos y a comer siempre con el pueblo de Dios. Tomó mucho tiempo con los demás en consejería, enseñanza impactante, corrección de trabajos y acercamiento personal. Pero también reservó tiempo de calidad para su familia.

Me ha marcado profundamente. Mucho de lo que soy se lo debo a él y a la formación que me dio mi madre, Betty Jane, otra educadora memorable.

W. Pérez: Tengo siempre en mente un profesor de Nuevo Testamento con una capacidad impresionante de interpretar el texto, de enseñarnos a preguntar y no tan solo a aceptar conceptos o teorías que se aceptarían sin discusión al venir de reconocidos pastores o de textos; y a simplemente preguntarnos si tal idea era coherente con toda la enseñanza de la Palabra.

C. Villanueva: Uno de los docentes que más influyó en mi vida me enseñó que la Palabra debe ser vivida y compartida de manera que el pueblo de Dios pueda comprenderla y vivirla. Todavía tengo en la memoria el hecho de que hubo un incendio cerca del Seminario y dejaron un policía de guardia. Este docente pasaba todas las mañanas por allí (como algunos alumnos) y un día lo vi hablando con el policía y al siguiente vi al mismo agente leyendo un Nuevo Testamento que él le había regalado. El estudio de las Escrituras debe llevarnos a quererlo compartir con otros.

 

Rocky Grams
Director del I.B.R.P. (Instituto Bíblico Río de la Plata)
Licenciado en Teología
Maestría en Sociología y Liderazgo
Director Nacional de institutos de residencia de la UAD

 

Walter Perez Doglio
Rector del IBBA (Instituto Bíblico Buenos Aires)
Pastor en Vicente López (B)
Maestría en Divinidades
Maestría en Misionología
Doctorado en Ministerio y en Estudios Teológicos
Abogado

 

Carlos Villanueva
Rector del S.I.T.B. (Seminario Internacional Teológico Bautista)
Licenciado en Teología.
Doctor en Teología.

 

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: DEBATE, Edición 3 | Educación, entrega 4

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