EL PASTOR Y SU RENOVACION PERSONAL

| 1 abril, 2013

La búsqueda de un equilibrio en nuestras vidas, mientras se desarrolla la labor pastoral, es indispensable y redundará en seguros beneficios, tanto para el pastor en lo personal, como para aquellos que están alrededor suyo y que son afectados directamente por él.

Si hay un material que personalmente me ha sido, y sigue siendo de gran ayuda, es el de “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”, del Dr. S. Covey y ya que se me ha pedido escribir sobre “el pastor y su renovación personal” comparto parte de mi experiencia actual y personal con respecto al tema.

Para ello me basare en el 7° hábito, al cual el autor denominó “afilar la sierra” o sea, el hábito de la autorenovación. En síntesis, tal principio se encuentra en Eclesiastés 10:10 “si se embotare el hierro y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza…”.
Este hábito apunta a renovar y reforzar regularmente las cuatro áreas de la vida de cualquier persona, incluyendo ministros del evangelio.
Estas áreas a renovar y reforzar son: cuerpo, mente, corazón y espíritu.
Desplegaré la síntesis de cada una y, en las próximas cuatro entregas de esta edición de Cordialmente, desarrollaremos cada ítem.
1) Cuerpo, se refiere a la dimensión física: esto significa ejercitarse, comer saludablemente, efectuar chequeos anuales de salud, descansar y dormir bien, entre otras cosas.
2) Mente, se refiere a la dimensión mental o intelectual: implica leer, educarse, escribir, aprender nuevas habilidades, enfrentar nuevos desafíos, nutrirse de medios de comunicación y ministerios de calidad.
3) Corazón, se refiere a la dimensión emocional: se trata de las afianzar relaciones familiares y ministeriales, también cultivar nuevas relaciones, prestar servicios, alegrarse, ¡divertirse!
4) Espíritu, se refiere a la dimensión espiritual: esto atañe a tiempo de meditación, de serenidad, nutrirse de consiervos y/o ministerios ricos en doctrina y en experiencias espirituales genuinas.
Es importante que estas cuatro áreas estén equilibradas, parejas, como las cuatro ruedas del auto. Si una de ellas no está con la presión correcta o está pinchada, afectará el andar del vehículo.

Al igual que un automóvil, necesitamos regularmente hacer controles o que nos lo hagan, hacer afinaciones, recambios o ¡cambiar el auto! Esto nos permitirá estar actualizados, atentos, ser observadores y protagonistas, tanto en el área eclesiástica como la secular. Porque no debemos vivir en una burbuja.

La renovación, o aggiornamiento, siempre debe apuntar al beneficio de quienes nos rodean. Debemos renovarnos siempre, en bien nuestro y de otros. Leía un pensamiento que dice: “el momento justo para arreglar el techo es cuando el sol brilla”

 

Mauricio Lestani
Pastor de la Iglesia en Tigre
Unión de las Asambleas de Dios

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Edición 3 | Educación, entrega 5, Vida Pastoral

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