CONFESIÓN DE FE

| 4 noviembre, 2013

Comienza un nuevo bimestre y, con ello, un cambio de tema en nuestra publicación. Con esta entrega, además, llegamos a nuestro primer año, ya que fue precisamente en noviembre del 2012 que comenzamos. La sucesión de temas nos fue llevando a “la oración”, luego “el evangelismo”, y los siguientes han sido: “educación”, “Iglesia y sociedad”, “la Creación anhela” e “Iglesia: unida y diversa”.

Nuestra edición actual tiene por tema “La confesión de fe”, y en la búsqueda de un lugar de consenso general para todo el pueblo evangélico, nos fuimos hacia atrás en la historia y rescatamos el Credo Apostólico, charlando con los posibles escritores concluimos que esa declaración, de los padres de la Iglesia, estaba fuera de discusión en cualquier grupo protestante o evangélico.

Si leemos el credo particular de cualquier denominación, encontraremos que el mismo tiene una base muy específica en el Apostólico al que, probablemente, cada grupo le agregue el énfasis particular que caracteriza a su ministerio y visión.

Lejos está de nosotros pretender sentar bases doctrinales, por el contrario hemos abrevado en la mayor diversidad de autores, procurando la opinión de las más variadas líneas de pensamiento evangélico. Le hemos pedido a las direcciones de reconocidos seminarios que elijan, dentro de su plantel académico, a los que consideraran para poder hacer una exposición de los temas asignados; a esta base hemos agregado otros autores, asegurándonos de esa manera, la más variada pluralidad de conceptos.

La idea no es pensar en el Credo como algo místico y solemne que lo recitemos cual una oración sacra, pues esto nos llevaría a un ritualismo innecesario. La intención es trabajar sobre las doctrinas esenciales del mismo, que fijan pautas básicas y en las cuales los cristianos evangélicos, en forma general, convergemos sin mayores discrepancias.

Vivimos una etapa donde, determinadas enseñanzas sueltas o fragmentadas, pasan a ocupar un lugar de centro, con empecinamientos en afirmar y reafirmar algún detalle, trayendo desde la periferia doctrinal al centro algunas enseñanzas, como si las mismas fueran algo medular de la teología cristiana.

Parcializamos el material en dieciocho subdivisiones, de manera que cada lunes, Dios mediante, podamos presentar dos de ellas en forma sucesiva, hasta terminar diciembre con el Credo completo. A esto se sumarán las demás notas, que como en cada ocasión, correrán en paralelo con las exposiciones del tema, procurando que la pastoral, que nos honra al leernos, pueda seguir teniendo acceso a las más variadas opiniones de manera de contar con elementos para armar sus propias conclusiones o ideas.

Probablemente al leer, semana a semana, las pautas básicas que desde la Iglesia Primitiva vienen siendo el faro regente de la verdad bíblica, presentadas por la diversidad de orígenes denominacionales de los distintos autores, nos percatemos una vez más, que la Iglesia del Señor es una, con los más diversos matices, con consensos y disensos, encuentros y desencuentros, pero que nos ubica a todos detrás del Calvario, seguidores del mismo Cristo y herederos, por fe, de una estancia gloriosa y eterna en los Cielos.

Como introducción, a lo que será la columna vertebral de esta edición, transcribimos el Credo Apostólico: “Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro; que fue concebido del Espíritu Santo, nació de la virgen María, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos; fue crucificado, muerto y sepultado; descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; subió al cielo, y está sentado a la diestra de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable. Amén”.

 

Codirección

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Edición 7 | El Credo, Editorial, entrega 1

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