HUERFANOS DE AMOR

| 17 marzo, 2014

Caminaba absorto, mirando vidrieras, cuando otro transeúnte me chocó de frente arrojando mi humanidad al piso. Mientras sufría conmoción, mareo y una luxación en mi hombro izquierdo por la gran “colisión”, miré, desde el suelo, a quien era mi agresor.

Comencé mi avistaje desde abajo y, así, fui observando sus pies hasta ascender lentamente y pude cerciorarme de su robustez física.

Aún así, aunque pude apreciar la talla de circunstancial “enemigo”, no por eso desistí de contraatacar. La bronca era tan grande que ya había, en pocos segundos, armado mi plan de pelea: pensaba asestarle un cross de izquierda al mentón seguido de un gancho de derecha al hígado.
Pero observé que llevaba un bastón. “Upa -me dije- encima que es grandote tiene un refuerzo, casi podría decir que porta un arma blanca”.
Miré su rostro y vi que sus lentes ahumados le otorgaban mayor temeridad.
Mientras me recuperaba del shock, observé que su bastón era blanco…
El panorama estaba claro. Aquel circunstancial “bravucón” era ciego.

Luego de descubrir quién era el personaje, yo seguía mareado y dolorido pero algo había cambiado en mí. Ya no sentía odio por aquel robusto hombre. Ahora me invadía una abrupta empatía. ¿Qué había provocado tal cambio en mi ánimo y en mis sentimientos?

El agresor no me había pedido perdón; sin embargo, mi ira mutó en compasión. Había comprendido que mi “victimario” era un discapacitado visual, era un ciego. En lugar de intentar vengarme, lo ayudé a cruzar la calle.

Estamos rodeados de discapacitados sociales. Vivimos inmersos en una sociedad de “carenciados afectivos”; mendigos de amor que no conocen siquiera un abrazo de padre. Quizás te topes con alguno. ¡Quiera Dios que sepas comprenderlo! No pierdas la oportunidad y ayudalo a transitar su mundo de tinieblas.

 

Alfonso González
Lic. en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata.
Profesor de Postgrado en Universidad CAECE de Capital Federal.
Instructor Gubernamental de la Provincia de Buenos Aires.
Especialización postuniversitaria en “Gestión Pública” de la Universidad Nacional de Tres de Febrero.

 

 

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Categoria: Edición 9 | Teología de la prosperidad, pobreza y Evangelio, entrega 1, Reflexiones

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