OPACADOS II. EPAFRODITO: Los hombres excelentes se vuelven necesarios.

| 12 mayo, 2014

Presentamos, la semana pasada, una serie que habría de tratar sobre los “Opacados”, o sea,  ministerios en la Biblia que debieron ocupar un segundo lugar, bajo la sombra de otros ministerios sobresalientes. Todos ellos en la visión de jóvenes recientemente graduados del Instituto Bíblico. Transcribimos la primera de esas historias.

Vivimos en un sistema eclesiástico donde “El Éxito” se ha convertido en sinónimo de cantidad, de apellido, de dinero, de multitudes, de puestos, de jerarquías; sin embargo Jesús tuvo que venir a la tierra no solo para morir por nosotros, sino para darnos constantemente lecciones en muchas áreas de la vida y en una de esas enseñanzas trazo una de gran impacto

Filipenses 2:5-7 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

Muchas personas se encuentran frustradas en este sistema, buscando alto protagonismo, a toda costa queriendo que sus nombres puedan ser visto por muchos y por sobre todo, gente estresada de vivir en la insatisfacción constante porque nunca logran ser primeros; cuando lo más relevante de todo es poder cumplir con el diseño que Dios estableció desde la eternidad para cada uno.

La palabra excelente significa excederse y esto requiere de hacer la milla extra, esto hace que a pesar que no seas llamado por Dios a ser un miembro expuesto, te conviertes en exposición cuando lo que hagas lo realices de manera excelente.

En la Biblia, encuentro a un hombre llamado Epafrodito, que Pablo no escribe muchos capítulos de él, pero lo que escribe es suficiente para darnos cuenta que este varón de Dios, conocía muy bien su diseño y vivió para cumplirlo.

Filipenses 2:19-29 “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano y colaborador y compañero de milicia, vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado. Pues en verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza. Así que le envío con mayor solicitud, para que al verle de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. Recibidle, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él”.

 

El carácter de Epafrodito
“Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación” (Romanos 15:2).
Epafrodito supo gestar su carácter Cristocentríco, de tal forma que el apóstol Pablo se ocupa de hablar de él, por haber visto frutos dignos de alabar.
Aquí compartiremos las cualidades de este varón que considero digno de imitar:

1) “Hermano” La palabra “hermano”  literalmente del mismo útero. Es una relación entre iguales. Pablo y Epafrodito comparten la misma Fe. Epafrodito es creyente y miembro de la familia de Dios.

(2) “Colaborador” La palabra colaborador, significa trabajar juntos, ayudador, “que indica trabajo en conjunto”. Pablo y Epafrodito constituyen un equipo, comparten el trabajo por el evangelio. Este no es un término usado de los creyentes en general, Pablo se refiere de este modo a quienes han trabajado con él esparciendo el evangelio.

(3) “Compañero de milicia” La expresión “compañero de milicia” significa “compañero de armas, indica una lucha en común. Pablo emplea una metáfora militar. La obra de Dios conlleva sufrimientos ineludibles. Pablo y Epafrodito son soldados de un mismo ejército que han compartido los sufrimientos de esta guerra por la causa del evangelio de Jesús el Cristo. Es posible que Epafrodito haya sufrido persecución, pruebas y hasta encarcelamientos por la causa del evangelio y por ayudar a Pablo en la labor misionera.

Las tres descripciones anteriores están unidas por el pronombre “Mi”. El uso de este pronombre resaltaría el vínculo personal. Aunque cada descripción tiene un matiz distinto, lo que resaltan es la profunda relación personal entre Pablo y Epafrodito.

En el texto griego el pronombre “vuestro”  aparece inmediatamente después del pronombre “mi”  y contrasta lo que Epafrodito era para Pablo y lo que era para la congregación de Filipos:

1) “Mensajero”: La palabra “mensajero” es la palabra apóstol, delegado, enviado, mensajero, que en este contexto tiene su significado general de uno enviado a nombre de la comunidad de creyentes para realizar una tarea dada. A diferencia de los Apóstoles (con A mayúscula) comisionados por el Señor Jesucristo. Epafrodito había sido comisionado por la iglesia, lo que significa que era una persona confiable pues está llevando un donativo, y por otro lado, tenía liderazgo en la iglesia. Epafrodito no es una persona que ejerce el ministerio a título personal o independientemente de la iglesia de Dios. Pablo enfatiza esto usando el pronombre “vuestro” enviado. Epafrodito cuenta con el respaldo de la iglesia en Filipos.

(2) “Ministrador de mis necesidades”. La palabra “ministrador”  proviene de “liturgia”, tiene que ver con toda clase de servicio público en el contexto griego. Pablo está usando una metáfora indicando que Epafrodito está cumpliendo deberes sacerdotales, al ayudar en las necesidades de Pablo se está rindiendo un servicio a Dios. Confirma esto el término que Pablo emplea para referirse al donativo sacrificio. En una cultura donde el Estado no se encargaba de los presos, y en donde los presos dependían de sus familiares y amigos para su supervivencia, lo que hicieron los hermanos de Filipos no fue pequeño. Ellos estaban ayudándole a satisfacer las necesidades de la vida. La palabra “necesidad”  que aparece en plural significa “necesidad, carencia, falta, dificultad”, en particular se refiere a las necesidades vitales, por ejemplo, la alimentación. La vida de Pablo dependía de ellos.

3) “Enviaros” Una persona tan valiosa como Epafrodito es enviado de regreso por Pablo, lo cual indicaría que los hermanos en Filipos habían enviado a Epafrodito para que esté al servicio y disposición de Pablo.

Epafrodito fue un hombre que supo cumplir la Voluntad del Padre, sin pisotear a nadie, disfrutó de su llamado y fue  excelente, realizando la milla extra en todo, hasta estar en peligro su propia vida.

Debemos saber que se trata de hacer todo lo que haga para la Gloria de Dios. El lugar es lo de menos, cuando el lugar más interesante es saber que estamos en el Corazón del Padre, cumpliendo con el diseño eterno.

 

 

Nadia Kiryluk
Graduada en años recientes en el Instituto Bíblico Río de la Plata
Fonoaudióloga
Colabora en el Ministerio Jesucristo La Solución de Tucumán.
Ha realizado un viaje misionero a Cuba y actualmente se está preparando para volver allí a colaborar por algunos meses con las iglesias de la isla.

 

 

 

 

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Categoria: Biografías, Edición 10 | Estos tiempos, entrega 2, TESTIMONIOS E HISTORIA

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