ORACIONES DE SIERVOS DE DIOS II: EL PEDIDO DEL SOLITARIO

| 8 septiembre, 2014

“Y oró Eliseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová abrió los ojos del criado, y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de carros de fuego alrededor de Eliseo”. (2 Reyes 6:17)

En ocasiones, en nuestro trabajo pastoral, tenemos que tomar decisiones importantes las cuales están sumamente involucradas al contexto espiritual en que nos movemos. Tenemos una visión, algo que ha determinado nuestro trabajo, una orden que asumimos viene de parte de Dios. En medio de esa realidad, nos encontramos inmersos en situaciones que nos llevan a la soledad por simplemente ver lo que otros no logran ver.

En el contexto histórico de este pasaje, se logra apreciar, hay una guerra: Siria versus Israel, pero en medio un hombre de Dios que desbarata los planes de los sirios antes de que sean ejecutados, gracias a esa capacidad sobrenatural de ver aún los planes más secretos del enemigo (v.12).

Nosotros -como hombres de Dios actuales- estamos para esa misma tarea. Tenemos que recuperar esa imagen en nuestra sociedad como “voceros de Dios”, anticiparnos a los planes que puedan afectar al pueblo, a nuestra nación y desenmascarar los planes del enemigo, ver lo que otros no ven.

El “ser pastor”, sea cual sea el éxito del ministerio que se esté llevando adelante, es una responsabilidad que muchas veces se convierte en una tarea solitaria. Y Dios no nos llamó a estar solos, por el contrario, nos dio la capacidad de sociabilizarnos y compartir con otros nuestros logros y fracasos.

En esta ocasión puntual, Eliseo, se encontraba solo. Acompañado por su criado, pero solo en su visión.

En esta clase de momentos es cuando, en muchos casos, los que parecieran estar con nosotros no entienden dónde queremos llegar. No comprenden por qué queremos caminar o quedarnos quietos, incluso si eso va en contra de cualquier pronóstico humano; no logran “ver” y en consecuencia nos sentimos desalentados, llevándonos a una visión solitaria.

Quizás leyendo en este momento se encuentra en esta encrucijada, donde hay un equipo en quien confía, un grupo de pastores amigos o quizás la propia familia que no logran ver lo que Dios le está llamando a hacer y sus consejos son en base a lo que ven, como lo hizo el criado de Eliseo (v.16); pero usted y yo, como lo hizo aquel varón de Dios, tenemos que hacer una oración “rogativa” pidiéndole a Dios: “Que vean Señor, abre sus ojos, que vean lo que Tú me estás mostrando”.

Le aliento, si está en una situación parecida, encuentre amigos de ministerio que logren ver lo que pocos logran ver. Y si conoce a alguien a quien pueda ayudar y estar cerca para que vea lo sobrenatural no dude un segundo en levantar su teléfono y decirle: “Estoy rogando a Dios por usted, no piense que está solo, estoy rogando para que vea que alrededor de usted hay un ejército mucho más grande”.

 

Jonatan Morales
Egresado del Instituto Bíblico Río de la Plata.
Pastor principal en el ministerio “Esperanza de Vida”
Ciudad de Cañuelas, Buenos Aires.

 

 

 

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Categoria: BIBLIA, Edición 12 | Iglesia y Política, entrega 2, Teología

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