CRISTIANISMO MARGINAL 2

| 4 enero, 2021 | Responder

La justicia cristiana bien entendida, la justicia que se identifica con la dignidad humana es el tema que más trata la Biblia.

Los defensores del cristianismo no entienden que el cristianismo no necesita ni tampoco tiene defensores. El cristianismo, entendido como la fe en Jesucristo, no necesita defensa, es una vivencia para todo aquel que cree y lo que necesita es revelarse, mostrarse, en su vivencia más pura. Cuando alguien dice defender al cristianismo lo que en realidad está defendiendo son valores morales, culturales, que en cada época se construyen, y que si miramos desde una perspectiva amplia la historia humana, son relativas a la época; se construyen alrededor del núcleo de la fe pero no son el mismo -aunque aparenten serlo-, pues el núcleo mismo de la fe, la esencia, si se puede hablar de esencias, permanece y lo demás, la cultura, las costumbres, cambian y perecen. La esencia no es fácil captarla, verla, no es fácil de aprehender, porque las construcciones morales, culturales de los hombres, la opacan, la apabullan, la distorsionan. Pretenden asociarla con intereses políticos, económicos, con intereses particulares ajenos a la fe.

En nuestro tiempo la fe cristiana está siendo utilizada como un sostén de valores morales propios de la modernidad, como la familia tradicional, la heterosexualidad y otros, la mayoría relacionados con la vida sexual de las personas. El problema que surge de esto es que no se termina haciendo de un solo asunto de la existencia humana un microrrelato de la fe cristiana, como si la fe cristiana consistiera en defender dos o tres principios.

Creo que la fe cristiana es mucho más profunda y más que en defender principios tiene que ver con defender personas. Y esas personas, por lo que nos enseñan las Escrituras, son los débiles. La justicia cristiana bien entendida, la justicia que se identifica con la dignidad humana es el tema que más trata la Biblia: más que la sexualidad, más que el dinero.

Cuando el apóstol Pablo conoció a los apóstoles Pedro y Santiago lo único que ellos le pidieron fue que no se olvidase de los pobres. Y relata en la epístola a los gálatas que fue una cosa que hizo diligentemente; fue el único pedido que le hicieron. Las figuras de la viuda, del huérfano, del extranjero, son figuras que predominan en todo el Antiguo Testamento, en todas las observaciones que Dios le hace a Su pueblo predomina la defensa a la viuda, al huérfano, al extranjero, figuras propias de esa cultura relacionadas con la carencia, con la debilidad, con el desamparo. Hoy en día nuestro cristianismo difícilmente se identifica con los débiles, con los vulnerables, con los excluidos de la sociedad sino que se identifica con las élites, con partidos políticos, con el poder económico y en ese sentido surgen contradicciones dentro de estos márgenes en los que se concibe un cristianismo tradicional. Muchos creyentes huyen de estas contradicciones, tratan de no pensar en ellas mediante la sobre actividad, mediante el tomar la fe cristiana como si fuera una especie de misión eterna, que siempre tiene que ver con actividades, eventos, conferencias, etc. Pero algunos cristianos llegan a un punto a que las contradicciones son tan fuertes en su interior y las ven con tanta claridad que no pueden hacer otra cosa que tomar distancia, alejarse, se les hace insoportable vivir en la dobleza. Y ese alejamiento no es un alejamiento de Cristo, no es un alejamiento de la fe cristiana, es un alejamiento del núcleo que se dice ser la tradición, que se dice ser la ortodoxa-verdad. Es un distanciamiento y un retrotraerse al margen.

El margen, al contrario de lo que muchos puedan pensar no es un lugar de polución, de impureza, en donde se generan argumentos para legitimar el libertinaje o para justificar la falta de compromiso con la fe sino que es un lugar de distanciamiento de las verdades absolutas fundadas en hombres, es un lugar de distanciamiento de la verdad con connotaciones de dominación, de distanciamiento de sentirnos omnipotentes. Es el reconocimiento de la finitud, de nuestros propios límites, corporales, cognitivos.

El cristianismo marginal surge cuando un cristiano reconoce su finitud; cuando un cristiano, por las contradicciones que se dan dentro de la dimensión ortodoxa se da cuenta de que ya no puede permanecer allí pero que tampoco puede salirse del todo porque no es el amor a Dios lo que se pone en tela de juicio, no es la existencia de Dios o de Cristo, sino que lo que se pone en tela de juicio son los relatos, las construcciones, las interpretaciones humanas que terminan convirtiéndose en verdades absolutas, que se presentan como verdades absolutas pero que detrás están carentes de un sentido o de una sustancia que legitime lo que dicen ser.

No obstante, el margen no es un lugar fácil por el cual caminar. En el margen el suelo no es firme, en el margen el suelo es fangoso, a veces se hunden los pies. En el margen caminamos sobre el barro, no sobre concreto; no hay fundamentos fuertes, sólidos; hay experimentación, hay barro, hay camino para recorrer. No hay un mapa, no hay una delimitación, no hay un guía que todo lo sabe sino que sólo hay un camino y nuestros pies para recorrerlo.

Por supuesto que no todos los cristianos pueden vivir de esta manera, mejor dicho, no todos los seres humanos pueden vivir de esta manera. Nuestra condición de seres finitos, arrojados a un mundo lleno de contingencias, a situaciones que se escapan de nuestro control nos produce angustia y extrañeza. Nacimos en un mundo en donde ya está todo hecho antes de que nosotros llegásemos, esto nos hace sentir extraños, nos hace sentir como viviendo en un lugar que no es nuestro lugar.

Este sentido de extrañamiento sólo se experimenta de manera consciente y plena en el margen. Dentro del núcleo ortodoxo la vida espiritual se vive como una especie de dimensión unidimensional en el sentido que lo habla Herbert Marcuse, es decir, de una totalidad cerrada que no permite oposición, que no permite el espíritu crítico, que no permite ningún tipo de apertura que pueda hacer tambalear la seguridad de sentirse en la verdad absoluta.

En el margen la verdad deja de ser absoluta, en al margen la verdad es aletheia (la palabra griega para “verdad”), es decir, desocultamiento, develamiento. Es mostrar o ver o lograr ver aquello que no se veía pero que ya estaba ahí. La verdad no es algo objetivante que permita expresar enunciados o discursos para dominar a los hombres sino que es una verdad liberadora, una verdad que muestra lo que hasta entonces no se mostraba, que abre los ojos, que trae luz, que abre la comprensión del mundo, que posibilita nuevos horizontes de sentido y a pesar de la inseguridad o de las incertidumbres existenciales que puedan surgir de esto, en el margen nos encontramos con la infinitud de las posibilidades que es la otra cara de la finitud humana.

Esta nota fue publicada en el Pensamiento Protestante, bajo el título Una introducción al cristianismo marginal.

Adrian Aranda
Escritor y ensayista
Estudiante de grado de Filosofía en la Universidad de La República de Uruguay
Asesor de Ética para la ONG La Barca
Colaborador en la Cátedra de Historia Filosofía de la ciencia, de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

Si desea agregar su comentario a una de las notas puede hacerlo teniendo en cuenta las siguientes limitaciones:

· Debe ser de hasta 140 caracteres
· Puede referirse libremente en aprobación u oposición a las ideas y conceptos expresados
· No debe incluir comentarios personales o críticas sobre el autor de la nota
· No debe utilizar el espacio para agraviar a una Iglesia o institución
· No debe utilizarse para promociones de ningún tipo

This image has an empty alt attribute; its file name is image-3.png

 

Categoria: Edición 23 | NUESTRA AMÉRICA: SER IGLESIA HOY, Teología del Sur

Dejar un comentario