TOMMY HICKS 2 | La campaña

| 28 enero, 2013

La campaña se realizó durante 54 noches entre los meses de abril y junio de 1954. En la última etapa se calculaba que cada noche asistían alrededor de 400.000 personas, el estadio de Huracán permitía en ese entonces 85.000 personas en las tribunas, más la gente que estaba en el campo de juego y en los alrededores del estadio. Los números totales difieren pero en total varios millones de personas escucharon el mensaje de las Buenas Nuevas del Evangelio.

Los medios de comunicación hicieron una amplia cobertura de los sucesos innegables que sucedían, con titulares tales como “Dios visita a la Argentina”, “La fe produce milagros” y otros por el estilo.

 

Escuchando a los que estuvieron:

En la nota de la semana pasada (que si no la leyó le sugiero hacerlo) les comenté los entretelones previos a la campaña del evangelista Tommy Hicks y cité por nombre y apellido a las fuentes de información, fundamentalmente pastores reconocidos por su servicio y testimonio, algunos de ellos, ya ancianos, pero vivos aún, autentican lo que digo.

Lo que sigue a continuación es el relato literal de lo que escuché de quienes cité en la primera nota, testigos presenciales de esa Gloria:

“La primera noche había, como mucho, cien personas. Hicks preguntó “¿Cuántos creen que se va a llenar el estadio?”, la gente por compromiso levantó las manos, nadie podía en realidad creer que con ese comienzo podría llegar a venir el éxito que llegó después, pero esa noche él oró para que eso aconteciera”.

“Las tribunas se fueron colmando. Después los pasillos y el sector alrededor del campo de juego estaban lleno de gente apretujada. Luego autorizaron a que la gente se colocara también en el campo de juego y se llenó también. Cuando eso ocurrió pidieron permiso porque calle por medio estaba el terreno que en otro tiempo había sido la cancha de Chacarita, pegada a la de Atlanta. Pusieron luces y parlantes hacia ese sector. Finalmente la calle se llenaba de gente hasta la avenida Corrientes”

“Una noche, Hiks señala un sector de la tribuna y dice “en este sector hay 20 sordos, vengan”, cuando bajaron se encontró con que eran 21, pero en realidad uno no era sordo si no ciego. Igual todos fueron sanados”.

“Un padre vino con un chico de unos 5 o 6 años, que había perdido un ojo. Al salir, en la estación el chico mirando las señales del tren preguntó el porqué de la luz roja. El padre se dio cuenta que el campo visual desde donde miraba estaba dentro del ojo enfermo, así que le tapó el sano. El chico veía normalmente”.

“Estábamos una noche cerca de la puerta de entrada a la cancha, junto con el misionero Erlyn Andresen cuando un hombre se nos acerca y nos pide que le ayudemos a bajar a su hija del coche porque estaba lisiada y no podía caminar; era una mujer muy pesada, pero entre los dos la bajamos y la acomodamos en el campo de juego. Un policía se nos acerca y nos pregunta “¿qué pasa aquí?” Le explicamos que los que tenían fe, al momento de orar el predicador, serían sanos. Ocurrió que en el momento de la oración, el agente junto a un oficial estaba adelante de nosotros y de pronto ve como la mujer se levanta de su silla y sale disparando dando una vuelta olímpica al campo de juego. El vigilante casi loco tomó del brazo al oficial y le dijo todo emocionado: “aquí los que tienen fe se sanan”, y le contó como él vio cuando bajábamos a la mujer postrada. Aunque él no nos veía en ese momento con Andresen nos reíamos al ver como estaba ese policía”

“Era común que la gente armara pasillos por donde corrían los paralíticos que habían sido sanados. Se veía desde arriba la gente levantando las muletas, o anteojos, o audífonos, o prótesis que ya no utilizarían más”.

“Muy seguido Hicks tenía que reprender a la gente porque había quienes conseguían una foto suya y en su casa armaban un altar y le encendían velas. Constantemente tenía que aclarar este asunto porque los inconversos que venían, con su costumbre católica, lo tomaban como a un santo”.

“El coro lema de la campaña era: Argentina una patria redimida, es el lema de nuestra Iglesia fiel, levantemos de Cristo la bandera y argentinos transformados se han de ver. Al salir del estadio la gente tomaba los transportes públicos para volver a sus casas, era común que en todos los colectivos y trenes la gente siguiera cantando el coro lema. La gente de la ciudad tenía que escuchar, sí o sí,  el testimonio de tanta gente gozosa”.

“Una noche al finalizar la reunión íbamos en el tren junto a otros hermanos, el tren abarrotado de gente que había estado en la reunión, cada uno daba su opinión, algunos muy negativa… y, de pronto, un hombre muy bien vestido dice: “Miren, lo que aquí pasa yo no lo entiendo, pero al lado de mi casa tengo unos vecinos que tienen un hijo joven pero ciego, yo les dije ¿porqué no lo llevan a la cancha de Atlanta?. Entonces me pidieron si yo no me animaba a traerlo, lo traje ésta noche, estábamos en la tribuna y de pronto empezó a gritar ¡veo…veo…! y salió disparando. No lo volví a ver. Ahora no sé qué le digo a su familia, porque no lo encontré mas”.

“Los hospitales autorizaban a los enfermos a venir al estadio. Muchas veces traían a los enfermos en ambulancia y estos después se iban a sus casas, las ambulancias volvían vacías a los hospitales. Esto sucedía cada noche”

“Estábamos en la estación de ferrocarril esperando el tren después de la reunión, de pronto escuchamos a un hombre angustiado gritando “¡María…María!”, como éramos colaboradores de la campaña, nos acercamos y le preguntamos qué pasaba y nos contó: “traje a mi hija en sillón de ruedas porque es paralítica pero no pudimos entrar por la gran multitud, estábamos en la estación escuchando la predicación y de repente mi hija se levanta del sillón y sale corriendo y no la puedo encontrar entre tanta gente” y siguió su camino llamando a María”.

“Una mujer de mi barrio había sido sanada de la vista, de un problema muy serio. Al día siguiente al llegar a la cancha escuchó a dos médicos en la puerta hablando a los gritos que eso era una estafa y los milagros no existían. Ella se acercó y sacando los anteojos de la cartera les preguntó ¿cómo era la vista de una persona que usaba ese tipo de anteojos? Los médicos miraron los “fondos de botellas” y le dijeron que era de una persona casi ciega. Ella les dijo “hasta ayer a la noche yo los usaba”. Los médicos se fueron”.

“Una noche era tan grande la multitud que se había reunido, que muchos no pudieron entrar al campo, entonces Hiks dijo: “todos los que están en el campo hagan silencio”, fue un silencio absoluto, entonces dice: “todos los que están fuera del campo digan fuerte Gloria a Dios”, fue un estruendo tan grande que parecía que el campo temblaba. Se suponía que había más gente afuera que la que estaba adentro”.

“Una señora, católica, había sido sanada y pasó a dar testimonio. Entonces dijo: “gracias a Dios y a la virgen”…, un pastor de atrás le gritó: “a la virgen no”. La señora continuó: “gracias a Dios y a la virgen no”…, todo el estadio se rio en ese momento, y aún hoy se suele usar esa última frase como un dicho.”

“Una tarde en mi casa, el Señor me bautizó con el Espíritu Santo. Por la noche cuando llegué a la cancha, subí al palco para saludar a algunos pastores conocidos y al predicador. Cuando yo estaba subiendo la escalinata sin haber hablado una palabra todavía, Tommy Hicks se levantó de su silla y señalándome me dice “hoy usted recibió el Espíritu Santo”. Me abrazó y los dos abrazados hablábamos en lenguas de tal manera que al momento toda la gente estaba orando.

Las frases, como especifiqué al principio, son transcripciones de lo que me contaron quienes estuvieron allí. Emociona leerlas y esa emoción y entusiasmo han estado siempre en quienes nos relataron lo vivido.

La semana que viene, en la última entrega, compartiré algunas reflexiones sobre las muchas enseñanzas que dejó este magno evento, pero he querido que en esta ocasión pudiéramos experimentar en nosotros las vivencias de aquellos que estuvieron presentes.

 

Rodolfo Polignano
Pastor en el barrio de Colegiales de la Ciudad de Buenos Aires
Unión de las Asambleas de Dios
Profesor del Instituto Bíblico Río de la Plata durante 30 años
Escritor y maestro se especializa en Homilética
Bajo su ministerio pastoral se levantaron 12 nuevas congregaciones
Sirvió muchos años como presidente de Evangelismo de la Unión de las Asambleas de Dios

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Avivamiento, Edición 2 | Evangelismo, entrega 4

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