UNA RECETA COMPARTIDA

| 13 mayo, 2013

El sistema operativo LINUX, para las computadoras, es una alternativa que encierra la ventaja enorme de ser gratis el uso de su licencia, así como la posibilidad de reformarlo aplicándolo a situaciones particulares, algo que a su vez puede ser compartido con otros usuarios de Internet. Trabaja desde una concepción cooperativista que nos demuestra que se puede prescindir de lo netamente comercial, sin por ello perder excelencia.

Hay productos que ya vienen elaborados o diseñados para consumirlos de forma tal que no podemos modificar nada, en cambio una receta de cocina casera no solo es modificable sino que se puede compartir, ampliar y darle un toque personal.

Lo mismo ocurre con programas informáticos y sistemas operativos. A los que se pueden modificar “como la receta” se les denominan software libre, es decir que tienen sus códigos abiertos para ser modificados, ampliados, hechos a medida según nuestras necesidades y compartidos gratuitamente.

Así es LINUX, un sistema operativo que un día, allá por los ´90 un joven finlandés Linus Torvals puso en la red (internet). LINUX es el sistema operativo que hoy hace temblar a las grandes compañías comerciales como Microsoft.

El espíritu de LINUX es como las canciones populares que se cantan por todas partes y no se sabe quién fue su dueño, porque en definitiva el dueño es el mismo pueblo. Fue concebido para ser compartido y multiplicado como aquellos panes que se le dieron a Jesús para que El los bendiga y los discípulos lo repartan hasta quedar todos saciados.

Llevo más de 20 años en el tema informático y he visto computadoras saturadas de virus y trabajos amputados por la fragilidad de Windows y lo peor es que la gente, como la famosa hamburguesa de la caja feliz, se lo come sin saber que contiene.

Estamos en una época en donde la informática es parte de nuestras vidas, los mails, las redes sociales y páginas web son los mensajeros que nos conectan con el mundo, pero está en nosotros la responsabilidad de usar aquello que nos facilite, no sólo su uso, sino la satisfacción de ser protagonistas de cómo lo usamos.

La globalización se ha encargado de que perdamos la identidad propia siendo consumistas de lo elaborado por empresas que piensan en el negocio y no en el bienestar de las personas. LINUX no es solo un SISTEMA OPERATIVO alternativo, sino una filosofía de trabajo con espíritu cooperativista, como los primeros cristianos que tenían las cosas en común, que compartían sus saberes y no deseaban poseer nada. ¿Seguirá siendo esto una utopía?

 

José Luis Velicio
Pastor ordenado por la Iglesia de Dios ALIDD en Abril de 1986
Director del Hogar la Casita 1990-1992
Profesor del seminario Emmanuel en teología 1989-1995
Profesor de Informática

 

 

 

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Categoria: CULTURA, Edición 4 | Iglesia y Sociedad, entrega 2, Medios

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