EL SAGAZ PLAN DEL ANTICRISTO | Parte I

| 27 mayo, 2013

¿Existe un plan trazado por generaciones que conlleva implícitamente la destrucción de la humanidad? ¿Se conocía este plan desde la Antigüedad, o su existencia se debe a la mente febril de algunos paranoicos? ¿Sabía Jesús que se estaba gestando ya desde sus días el Nuevo Orden Mundial? ¿Tienen nombre y apellido los que están trabajando para la entronización del Anticristo? ¿Hacia dónde nos lleva el plan de globalización?

Escena primera: unos seis siglos antes de Cristo. Un ángel toma por los pelos a Ezequiel. Lo lleva suspendido entre el cielo y la tierra hasta un agujero en el templo. Le dice: “Cava la pared y mira las abominaciones que los príncipes de Israel hacen en lo oculto”. Tamaña sorpresa se lleva el profeta al ver que, en el mismo santuario consagrado al Señor, se practican rituales paganos, y culto a las serpientes, al mejor estilo de logias y sociedades luciferinas secretas actuales. (5) El  ángel le está descorriendo el oscuro velo que cubre las actividades de ese pequeño grupo elitista que conspira contra el pueblo.

Escena segunda: Daniel, otro profeta cautivo en Babilonia, revela al despiadado rey Nabucodonosor, el significado de su sueño… La visión que ha visto el monarca es horrorosa: una estatua gigantesca, de aspecto terrible, símbolo de grandes naciones y proyectos políticos dominadores… Historia de grandes BESTIAS: imperios que se han sucedido, en el mundo, desde los tiempos de Daniel; de sistemas de invasiones, guerras y dominaciones desde los años del imperio babilónico, unos 666 antes de Jesucristo: babilonios, medos-persas, griegos, romanos…

¿Qué significa en realidad esa horrorosa visión? (6) No es otra cosa que UN MUNDO GLOBALIZADO, en el que imperios mutantes cambian de nombre pero nunca de simiente: la de la serpiente del Edén, la de la siempre imperante BESTIA.

Tercera escena: Jesús está en las calles con la gente. Los enfermos, los débiles, y todos los necesitados lo siguen. En medio de su variada actividad, no solo se identifica con los pobres, sino que denuncia la raíz de la  pobreza, implacablemente levanta su voz contra ciertos grupos de la élite…

“Ay de ustedes intérpretes de la ley”, porque han quitado la llave de la ciencia, ustedes mismos no entran y no dejan entrar a los demás.” (1)

“Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y el derecho”(2)

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”(3)

“¡Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de ellos, y a otros los golpearán en las sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. Así que sobre ustedes caerá el castigo por toda la sangre inocente que ha sido derramada desde Abel el justo hasta Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el santuario y el altar.”(4)

También advierte que todo aquel que levanta su voz y descubre ciertas maniobras, tiene un triste final.

¿A quién o a quiénes quiere desnudar ese Jesús Pastor que camina por las calles, con el corazón desgarrado al ver la muchedumbre, su manada, desorientada y destrozada? Quiere él desnudar al sistema, mostrar públicamente lo que se esconde detrás de su fachada. Va directamente a la raíz del problema, se levanta contra las bases de la opresión. Se enfrenta al poder espiritual despótico oculto que se manifiesta objetivamente en la generación de víboras que denuncia. Sabe bien de dónde procede y hacia dónde apunta ese grupo que pretende tener oprimida, ignorante, enferma, sometida, a la masa del pueblo. Desde tiempos remotos, conoce la existencia de esos  conspiradores de las tinieblas, malignos que se han alimentado, por siglos y siglos, de los hijos de Dios. Y los denuncia. Su voz potente se levanta sobre la algarabía de la multitud desorientada, sobre la murmuración venenosa de sus opositores.

Jesús de Nazaret llamó mundo a este sistema de poder. Ese mundo no es el arito que usa algún adolescente en señal de rebeldía, no es la moda impuesta, ni la canción de turno…si bien seduce a ciertas almas con poder, dinero, posesiones,  y fama. En realidad, el mundo es el sistema-pulpo que, con sus diferentes  tentáculos, decide en las tinieblas, oprime, manipula, controla por un lado y por otro divide. Su plan de acción: dividir a las masas en campos opuestos, atomizarlas y enfrentarlas por un lado, para luego someterlas; poner presidentes, sacar gobernantes, armar guerras, invadir naciones, tomar por la fuerza, hacer caer bolsas comerciales, intervenir en el mundo de las finanzas, controlar el mundo de las armas y de las drogas, impulsar leyes que luego pervierten el derecho de los pobres y de los inocentes. En fin, su plan consiste en someter a la gente, y llevarla a una fuerte situación de inseguridad, angustia y terror. Su gran finalidad: alzarse con la suma del poder mundial… PERO SIEMPRE DESDE LAS SOMBRAS… Desde las sombras siempre ha trabajado este sistema: desde el silencio total, el más absoluto secreto y la total discreción.

Pero ocurre que, tal como dijo Jesús, el candelero se ha puesto arriba, y está alumbrando toda la historia de este planeta, nuestra casa provisoria.

Estos que ve el profeta, en el Templo del rey Salomón, adorando al sol de oriente, han transmutado y tomado otros nombres durante la historia pero, en definitiva, son los mismos: tienen la misma raíz, la misma esencia, el mismo ADN, los mismos planes, el mismo objetivo: la destrucción de la obra amada de Dios: la humanidad.

Es una historia de mutantes, como los imperios que vimos más arriba. Mutantes en su forma, no en su esencia: el grupo que describe Ezequiel, en el capítulo 8 de su libro, se transmuta en los contemporáneos de Jesús: los llamados fariseos, los intérpretes de la Ley, los príncipes de Israel, el Sanedrín. Después, con el decurso del tiempo, aparecen con otros nombres, con otros rostros: Templarios, Priorato de Sión, Nobleza Negra Veneciana, el Comité de los 300, jesuitas y su creación más satánica: los Illuminatis… Y en la actualidad: Club Bildergeg, Council on Foreing Relations, OTAN, Club de Roma, Comisión Trilateral, Skull and Bones, Sociedad Jesuita-Aristotélica, entre otros…La tiranía de la serpiente corre por sus venas. La meta siempre: alzarse con el control del mundo.

Jesús levantó su voz, los denunció, y nos dejó la orden: “NO AMÉIS AL MUNDO”; en otras palabras, NO AMÉS AL SISTEMA.

La batalla actual es espiritual: en el campo de la oración y la intercesión, en el campo de la enseñanza, la predicación y la comunicación, en el campo de la evangelización y la apologética, en el campo de la compasión, del auxilio a los más necesitados… Debemos enfrentar este sistema, liberados interiormente de toda atadura espiritual.

Quizás, el amoroso consejo del apóstol esté más vigente que nunca. “…conociendo el tiempo que ya es hora de despertarnos del sueño que la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos” (7)

¡Vamos! ¿Escuchan? Suena ya el despertador!

 

(1)    Lucas 11:52¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley!, porque habéis quitado la llave del conocimiento; vosotros mismos no entrasteis, y a los que estaban entrando se lo impedisteis
(2)     Mateo 23.23y de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y el derecho.
(3)    “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”
(4)     Mateo: 23:33-35 ” Serpientes! ¡Raza de víboras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? Por esto yo les voy a enviar profetas, sabios y maestros. Pero ustedes matarán y crucificarán a algunos de ellos, y a otros los golpearán en las sinagogas y los perseguirán de pueblo en pueblo. Así que sobre ustedes caerá el castigo por toda la sangre inocente que ha sido derramada desde Abel el justo hasta Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes mataron entre el santuario y el altar.
(5)    Ezequiel 8. Visión de las abominaciones de Jerusalén.
(6)    Daniel 2: 1-48 Sueño del Rey Nabucodonosor.
(7)    Romanos 13:11.

 

Mimi Agostino.
Educadora en la Región 5
Distrito de Alte. Brown
Directora y Representante Legal del Instituo Educativo Vida Cristiana del mismo distrito

 

 

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Categoria: Edición 4 | Iglesia y Sociedad, entrega 4, Reflexiones

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