EL SAGAZ PLAN DEL ANTICRISTO | Parte II
¿Existe un plan trazado por generaciones que conlleva implícitamente la destrucción de la humanidad?, ¿tienen nombre y apellido los que están trabajando para la entronización del Anticristo?, ¿sabía Jesús que se estaba gestando ya desde sus días el Nuevo Orden Mundial?
¿Hacia dónde nos lleva el plan de Globalización?
– Repetime otra vez la suma de dinero por favor –, insistí asombrada ante el ceño fruncido de mi amigo, un obispo anglicano.
– Sesenta mil pesos por mes, más todos los viajes que quieras, por el mundo.
No sé la cara que habré puesto para que mi amigo enseguida me aclarara:
– Lo que sucede, Mimí, es que, por concordato, todos los anglicanos podemos volver a Roma. Y esto es lo que están ofreciendo para que se logre pronto el objetivo.
Quedé perpleja, meditando en el asunto. Varias cuestiones comenzaron a sucederse con rapidez a través de mi mente intranquila.
Pensé en la broma que le había expresado a mi amigo: “Yo que vos lo pensaría”… Y él, sin dudar, con gran dignidad me respondió: “¿Al costo de la Identidad y de la Libertad? No hay precio. No me prostituyo”.
Luego vino, de súbito, a mi mente un párrafo que utilizó Ricardo Forster en la nota que publicó CORDIALMENTE intitulada “La Iglesia y la voz del Profeta”. Habla del Vaticano y utiliza una metáfora que sólo puede salir de la pluma de él: “Según se cuenta que la meretriz de Babilonia habita dentro de sus muros”.
Consecutivamente no pude dejar de relacionarlo con un libro que leí cuando tenía dieciséis años, y que de cuyo su cumplimiento, he sido testigo a lo largo de algunas décadas. El libro es de un profeta fallecido en abril del año 2011. Un mes antes de su partida, el Señor le permitió ver cumplida la visión sobre el terremoto de Japón. El nombre del libro es “La Visión”, y el nombre del profeta, David Wilkerson.
¿Qué vio por anticipado este hombre en el año 1973? Vio el derrumbe de las Torres Gemelas, la caída de la Bolsa de Wall Street, la destrucción económica de Estados Unidos y Europa, los grandes terremotos sucedidos en este último tiempo, otros que aún no se han acaecido pero que se aproximan a cumplirse y… hasta aquí quería llegar: él vislumbró LA IGLESIA UNIFICADA UNIVERSAL.
Este profeta del Horror (así era llamado por sus contemporáneos pastores, quienes no podían admitir la estrepitosa caída del imperio fundado en el Evangelio pero apartado de sus bases desde tiempos) expresaba en algunos párrafos de su libro:
“Veo la formación de una superiglesia mundial, que consistirá entre protestante ecuménicos liberales y la Iglesia Católica Romana que se unirán políticamente de la mano creando una de las fuerzas religiosas más poderosas de la tierra. (…)
Esta superiglesia será espiritual sólo de nombre, levantará el nombre de Jesucristo pero de hecho será anticristiana y política en muchas de sus actividades” (página 88).
Justamente cuando parezca que el movimiento ecuménico está muerto, una serie bastante misteriosa de acontecimientos dará origen a la estructura de esta unión. Roma insistirá en obtener muchas concesiones de los líderes ecuménicos protestantes y los recibirá. El papa será considerado más bien un jefe político que espiritual de esta gran unión (página 89).
(…) “mientras aquellos que ocupan cargos más elevados están hablando de milagros, amor y reconciliación, los asalariados que trabajan bajo sus órdenes estarán molestando y persiguiendo a las organizaciones religiosas que se oponen a su hegemonía” (página 90).
Una y otra vez recorrí las hojas de este gastado libro. Y no pude dejar de relacionarlo con otro libro de un periodista ruso llamado Daniel Estulin. Este periodista fue uno de los primeros en investigar al Club Bilderberg. El mencionado Club fue creado por el príncipe Bernardo, el padre de la reina Beatriz de Holanda y por un Jesuita llamado J. Rattinger (extrañamente, tanto el reino de Holanda y los jesuitas están muy relacionados actualmente con nuestro país: Argentina). Desde 1954, los socios del Club Bilderberg representan a la elite de todas las naciones occidentales: financieros, industriales, banqueros, políticos, líderes de corporaciones multinacionales, presidentes, primeros ministros, secretarios de Estados, representantes del Banco Mundial, la OMC, y el FMI, ejecutivos de los medios de comunicación y líderes militares. Un gobierno en la sombra que se reúne en secreto para debatir y alcanzar un consenso sobre la estrategia global.
Los socios del Club Bilderberg deciden cuándo deben empezar las guerras (no en vano ganan dinero con todas ellas), cuánto deben durar (Nixon y Ford fueron duramente reprendidos por acabar la guerra de Vietnam demasiado pronto), cuándo deben acabar (el grupo había planificado el fin de las hostilidades para 1978) y quiénes deben participar. Los cambios fronterizos posteriores los deciden ellos, y también quiénes se deben beneficiar con la reconstrucción. Como los miembros del Bilderberg “poseen” los bancos centrales, están en disposición de determinar los tipos de interés, la disponibilidad del dinero, el precio del oro y qué países deben recibir préstamos. Simplemente, moviendo dinero, los socios ganan miles de millones de dólares. Su única ideología, su única pasión, su mayor devoción, su máximo amor: EL PODER.
Pero observemos cuales son los objetivos a conseguir en breve tiempo:
• Un solo gobierno planetario con un único mercado globalizado, con un solo ejército y una única moneda regulada por un Banco Mundial.
• Una Iglesia universal que canalizará a la gente hacia los deseos del Nuevo Orden Mundial. El resto de religiones serán destruidas.
• Unos servicios internacionales que completarán la destrucción de cualquier identidad nacional a través de su subversión desde el interior. Sólo se permitirá que florezcan los valores universales.
• El control de toda la humanidad a través de medios de manipulación mental mediante la implantación de los microchips.
Este plan está descrito en el libro “Technotronic Era” (Era tecnotrónica), de Zbigniew Brzezinski, exconsejero de seguridad de los Estados Unidos, uno de los fundadores de la Comisión Trilateral, y miembro del Club Bildeberg. En el Nuevo Orden Mundial no habrá clase media, sólo sirvientes y gobernantes.
Parece extraído de un libro de ficción: ¿no es cierto? Pero sin embargo la siempre viva y eficaz palabra de Dios nos dice que, a raíz de todos los hechos acaecidos, la profecía escrita se aproxima a su cumplimiento.
Dice el libro de Amós: “Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar sus secretos a sus siervos los profetas” (Amós 3:7)
Inexorablemente asistimos a hechos mundiales que nos confirman que todo está cerrando en los tiempos.
Las palabras de Cristo nos alientan en esta hora avanzada de la historia humana: “Cuando estas cosas comiencen suceder erguíos y levantad vuestras cabezas porque vuestra Redención está cerca” (Lucas 21:28).
SI, SEÑOR JESÚS: VEN PRONTO.
Fuentes:
“LA VISIÓN”, David Wilkerson Wáginas 88-90.
“LA VERDERA HISTORIA DEL CLUB BILDERBERG”, Daniel Estulin.
Mimi Agostino.
Educadora en la Región 5
Distrito de Alte. Brown
Directora y Representante Legal del Instituo Educativo Vida Cristiana del mismo distrito
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Categoria: Edición 4 | Iglesia y Sociedad, Editorial, entrega 5, Reflexiones