EL PASTOR Y LA OVEJA

| 2 septiembre, 2013

Siempre me pregunté ¿cómo nace un Pastor? porque todos sabemos cómo nace una oveja. Las características son tan diferentes que llaman la atención.
¿Debe tratar un Pastor que las ovejas entiendan su trabajo? Creo que no. Ese es el error, buscar comprensión cuando en realidad está puesto para dar respuesta e intervención; y para esto tiene que estar conectado con el que lo llamó. Éste es responsable de las respuestas que debe transmitir a la oveja. Si bien es cierto que el Pastor nace como oveja, el llamado y el trato de Dios hace la diferencia.

Moisés siempre tenía dos voces: la de las ovejas -o sea el pueblo- y la del Pastor -es decir la de Dios-. No se comprometa con la voz del pueblo, voz de Dios no es voz del pueblo. No congraciarse con la oveja ya que ésta, por naturaleza, necesita orientación.

Quizás este ejemplo sirva para entender la diferencia. Me gusta la apicultura. Las abejas forman una colonia en la cual hay una jefa que es la reina. ¿Cómo nace una reina? Nace de un huevo común de abeja obrera, pero al nacer come otra comida: jalea real. Este producto cambia totalmente la vida de la reina, es más grande, tiene olor particular y vive diez veces más. ¿Qué hizo la diferencia? La comida. ¿Qué hace la diferencia entre un Pastor y la oveja? La respuesta es el llamado y la obediencia al trabajo que tiene que hacer.

Sus herramientas son particulares: ciencia, sabiduría, discernimiento, mansedumbre. Para que la Iglesia sea un cuerpo, deje que otro haga milagros, evangelice, y para no tener competencia no transmita sus secretos de Pastor, si lo tiene que hacer, compártalo con otro ministerio similar al de Pastor.

A la falta de obreros se suele nombrar pastores que no fueron llamados. Éstos perjudican la obra porque tienen ideas humanas y no espirituales. No acepte ser Pastor si Dios no lo llama. Algo que advertí y lo sigo haciendo, para ser Pastor hay que superar la desilusión y de esto habrá bastante.

No contagie frustración y no confunda liderazgo con pastorado. Jesús dijo: “Yo hago lo que el Padre me dijo”. Gente hay, pero no hay suficiente obreros. Todos opinan qué debería hacer el Pastor, porque ellos tienen el concepto de oveja; sólo Dios da órdenes específicas, porque habrá un rebaño y un pastor. Sé que esto es futuro, pero tiene vigencia en la unidad de la iglesia local. Es fácil criar hijos ajenos, pero difícil criar los propios. Primero la unidad local, luego la de la ciudad.

Una palabra poco usada, dicha por el apóstol Pablo, es “longanimidad”, que describe al Pastor y significa grandeza y constancia de ánimo que se muestra ante las adversidades. Esto no lo tiene una oveja, sino el Pastor. Los llamados pasan por estas circunstancias. Las palabras entran y salen del diccionario, espero que longanimidad no salga, porque algún editor quiere vender otra versión de la Biblia. Cuidado cuando las versiones cambian lo esencial.

Hablaré de una palabra que no entró todavía al diccionario y que describe a un Pastor en concepto y práctica. Se trata de la palabra “asertividad”.

La palabra asertivo proviene del latín assertus y quiere decir “afirmación de la certeza de una cosa”. El asertivo es aquella persona que afirma con certeza. “La fe es la certeza”. Poder comunicarse de esta manera es una habilidad que puede ser aprendida a través de un entrenamiento.

Asertividad se refiere a defender los derechos propios expresando lo que se cree, piensa y siente de manera directa y clara y en un momento oportuno.

Características de la persona asertiva:

  • Ve y acepta la realidad.
  • Actúa y habla con base en hechos concretos.
  • Toma decisiones por voluntad propia.
  • Acepta errores y aciertos.
  • Utiliza sus capacidades con agrado.
  • Es autoafirmativo, siendo al mismo tiempo gentil y considerado.
  • No es agresivo; está dispuesto a dirigir, así como a dejar que otros lo dirijan.
  • Puede madurar, desarrollarse y tener éxito, sin resentimiento.
  • Permite que otros maduren, se desarrollen y tengan éxito.
  • Pide lo que necesita, dice lo que piensa y expresa lo que siente, con respeto.

Conclusión: Los asertivos, por medio de esa asertividad, consiguen sus objetivos sin dañar a los demás. Se respetan a ellos mismos pero también a los que los rodean. Actúan y dicen lo que piensan, en el momento y lugar adecuados, con franqueza y sinceridad. Tienen autenticidad en los actos que realizan, están seguros de sus creencias y tienen la capacidad de decidir.

Frente a un mundo cristiano tan dubitativo y cambiante me pareció bien que cada Pastor trabaje con su carácter y supere sus propias frustraciones. Con todo respeto, hoy se habla de la oveja en tono crítico, se dice “la iglesia va para allá, para acá”. Cuidado, la Iglesia no es criticable, y a la oveja, en último caso, ¿quién la desorientó? La respuesta es: los Pastores. Por esta causa considere la longanimidad y la asertividad. Dice Pablo: “no seas fluctuante”. Los milagros no hacen el carácter del Pastor. El nombre no hace al hombre, el hombre hace al nombre.

 

Carlos Kucharenko
Licenciado del Instituto Bíblico Río de la Plata
Pastor de la Iglesia “Templo Buenas Nuevas”, Paraná, Entre Ríos
Realizador del programa televisivo “Buscando la Excelencia” (canal 9 y canal 11- Paraná) Director Ejecutivo de la Radio FM 95.5 Mhz “Buenas Nuevas”
Tareas ministeriales en países de la región, en América del Norte y en Europa

 

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Categoria: Edición 6 | Iglesia unida y diversa, entrega 1, Vida Pastoral

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