UNIDA DIVERSIDAD

| 9 septiembre, 2013

Es responsabilidad de la Pastoral entregar a la Iglesia un ambiente de unidad que permita que el trillado y maltratado capítulo 17 del evangelio de San Juan sea una realidad. Abrir el enredo de la madeja de sentimientos y razones producido por tanta lucha y posiciones endurecidas, reflejándonos en un espejo paralelo y muy común que nos ofrece nuestra sociedad, quizás nos ayude en la reflexión para alcanzar el futuro de gloria, anhelo de JESÚS: ser uno y diversos a la vez, misterio divino que solo puede ejecutar la novia del Cordero.

La unidad es una de las temáticas más abordadas últimamente en el ámbito pastoral. Más allá de todo lo hablado, escrito, publicado y de haberse convertido en un tema fuera de discusión, ella parece renuente y esquiva.

Tal vez el problema radique en que, de alguna forma, la unidad se ha transformado en uniformidad y buscamos convencernos, los unos a los otros, en una puja por el predominio que se hace constante.

La unidad es tan grande que supera las barreras de toda clase de diferencias.

Buscando un reflejo que nos devuelva a la realidad y dimensione a la vez de ubicarnos, sería magnífico poder, al mirar de frente una tribuna de fútbol en donde todos cantan vivando sus banderas, hacer una radiografía espiritual que revelara los sentimientos, pensamientos y tendencias de cada uno de esos fanáticos. Descubriríamos que son todos tan diferentes… pero existe un vínculo sagrado, un lazo que los une en forma invisible pero tangible con una pasión intensa, inusitada: el amor por los colores de su equipo.

Las ideologías, los gustos, los niveles educativos, sociales, económicos y culturales quedan de lado. Allí no hay distingos, todos se abrazan cuando llega el deseado gol, todos lloran cuando la fatalidad de la derrota los ataca y sobre todas las cosas, todos, absolutamente todos, opinan, ninguno calla… todos están seguros y expresan con contundente vehemencia cómo debe formar el equipo, quién debe jugar y quién no, qué hacer con el técnico, a quién se lo loa, se lo aguanta, o se lo conmina al más cruel destierro por haber mancillado el honor colectivo más pulcro, ese que jamás se niega, ni se cambia…

Todos se expresan con claridad, con fervor y, aún cuando las opiniones no concuerden, llegando a ser antagónicas, todos, absolutamente todos, están plenamente seguros de la fidelidad y el sincero amor que motiva a los demás por esos mismos colores. Pueden discutir hasta la ronquera, opinar distinto, pero siempre desde la seguridad que implica estar hablando con un compañero, nunca con un contrario.

La pregunta que surge es simple: como pastoral, ¿podemos estar unidos y disentir? o para ser más amplio en el concepto, ¿seremos capaces de generar una pastoral unida en diversidad?

Una pastoral donde todos tengan lugar, sin exclusiones, sin jerarquías, sin distingos, donde siendo iguales podamos opinar con libertad, sin ser juzgados, porque equivocados o no, nadie duda de nuestra pasión incondicional por el Señor y por la gente.

Compañeros que puedan orar, hablar, compartir sus experiencias y pensamientos, pero fundamentalmente, escuchar a los demás, a todos, a ancianos y jóvenes, a novatos y veteranos, a luchadores, a triunfantes y a batallados.

Descubrirnos, amarnos y entendernos, sin intentar ponernos de acuerdo, es decir, unirnos sin uniformarnos, basados en el respeto fraternal.

PASTORESxlaGENTE es un buen ejemplo de ese anhelo: simplemente es la mesa del bar que nos permite opinar a todos sin riesgos, sin temores… en perfecta libertad. Algo raro, sin autoridades, que no requiere de inscripciones ni adhesiones, no cobra cuotas, no apoya ni promociona actividades de ministerio alguno, no busca representar el pensamiento de la pastoral, ni ser rectora teológica de nadie, simplemente anhela ser un árbol donde los pájaros de todas las especies se junten para hacer oír su trino, escuchar el de los demás y enriquecerse y, finalmente, juntos elevar las voces al cielo…

La diversidad nos enriquece. Por su medio, la “multiforme gracia de Dios” se manifiesta enriqueciéndonos a todos, para que así, la “multiforme sabiduría de Dios” sea dada a conocer en todos los niveles humanos y espirituales.

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.” 1ª de Pedro 4:10

“…Para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor…” Efesios 3.10-11

 

 

Guillermo Prein
Pastor fundador del
Centro Cristiano Nueva Vida

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Edición 6 | Iglesia unida y diversa, Editorial, entrega 2

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