CRECER NO ES UNA OPCIÓN

| 25 noviembre, 2013

El crecimiento de la Iglesia debe ser algo natural, normal. Si creemos que es un organismo vivo, como todo organismo vivo no tiene otra opción sino la de crecer.

¿No nos preocuparíamos si nuestro hijo o hermano a través de los años estuviera exactamente igual, sin desarrollarse, sin crecer? No deberíamos sorprendernos cuando tenemos noticias de alguna Iglesia que está creciendo, sino todo lo contrario, deberíamos alarmarnos cuando nos enteramos que alguna Iglesia no crece.

Claro que coincidimos que el crecimiento lo da Dios (1° Corintios 3:7). No es atributo de un pastor o evangelista, ni tampoco producto de una estrategia. Pero la experiencia me ha demostrado que la Iglesia debe tomar la decisión de aceptar ese crecimiento. Debe estar dispuesta a construir un dique de contención, a través de algunas pautas, para que ese crecimiento se capitalice.

A lo largo de los años y en medio de viajes ministeriales, realicé una investigación de campo entre las Iglesias de mayor crecimiento. Conversé con los pastores, vi el desenvolvimiento de la Iglesia y noté que hay un común denominador entre ellas que son los pilares que toda Iglesia que desea crecer debe tener en cuenta.

Para ser más didáctico enumeré dichos pilares sin establecer su orden de importancia.

  1. La oración. Me llamó la atención lo que me dijo el pastor de una de las Iglesias de mayor crecimiento del Brasil. “La oración fue el combustible del crecimiento de la Iglesia Primitiva. Sin combustible el mejor auto no funciona.” El Espíritu Santo se mueve más fácil cuando la Iglesia ora.
  2. La alabanza. Hay una búsqueda de la excelencia tanto espiritual como técnica de los adoradores. Son Iglesias donde la alabanza no es el relleno del culto hasta que se predique la Palabra. Se adora a Dios en espíritu y verdad.
  3. El amor. Se puede percibir en el ambiente un amor genuino que se materializa en hechos concretos, tales como: ayudar a los necesitados, buscar la solución de los conflictos velando por la unidad de la Iglesia, etc.
  4. Un Apego y Compromiso a la Palabra de Dios. Toman muy en serio la vida cristiana. Evitan la superficialidad y la mediocridad en la práctica de su fe. Evitan ir tras novedades y prácticas que no tienen base en la Biblia. Tienen un testimonio evidente y declarado en el entorno donde desarrollan sus actividades cotidianas. Buscan obedecer al Señor en todo y vivir una vida de santidad.
  5. Permanencia prolongada del pastor. Un estudio y la evidencia revela que la Iglesia que cambia pastores con periodicidad no crece. El pastor necesita tiempo para conocer sus ovejas y que sus ovejas aprendan a escuchar su voz, para desarrollar un plan y estrategia a largo plazo. Una encuesta en Canadá y Estados Unidos reveló que las personas permanecen mayormente en la Iglesia por su pastor, sus predicaciones, testimonio de vida moral y trayectoria.
  6. Los objetivos. Las iglesias que crecen  tienen objetivos claros. Esto determina que saben hacia donde van. Los objetivos marcan el rumbo y el ritmo de la Iglesia. Una Iglesia sin objetivos es un barco que va a la deriva. Por lo general, las Iglesias crecientes marcan objetivos a largo plazo (5 ó 10 años) y corto plazo (1 año). Son objetivos desafiantes pero alcanzables; concretos en relación al tiempo y cantidad; son evaluables.
  7. La preparación de líderes. Una Iglesia de visión prepara líderes. Líderes preparados acorde a la visión de la Iglesia. Líderes con características diferentes (Ej. Los discípulos de Jesús)
  8. Una membresía activa y participante.  Los miembros son parte activa de la vida de la Iglesia. Asumen responsabilidades ministeriales. Son responsables y serios en sus compromisos. Ej. Asistencia a los cultos, diezmos y  ofrendas, trabajan para mantener la unidad, etc.
  9. La recepción de los nuevos asistentes al culto. Tienen personas entrenadas en relaciones humanas y pautas de gentileza para recibir a los que vienen por primera vez. Es la primera impresión que se lleva el nuevo asistente de la Iglesia.
  10. Una Iglesia planificada en sus detalles. Por ejemplo: El templo con una buena ubicación; fácil acceso con los medios de transporte público; con estacionamiento apropiado y seguro; buena iluminación pública en las calles y la zona en general. Templo siempre lleno motiva a visitantes, demuestra que algo bueno pasa en ese lugar. El culto está bien planificado, dinámico; la duración es adecuada; Tienen variedad de horarios y días de reunión. La estética general está bien cuidada, baños limpios y con buena fragancia; pintura en buen estado; adecuada  temperatura, calefacción en invierno y ventilado en verano; iluminación abundante; escenario y púlpito agradable a la visual; transparencias o proyección de canciones o anuncios sin errores de ortografía, etc.

Nos toca vivir la época más desafiante y exigente de la historia. Creo que estamos en vísperas de un gran avivamiento espiritual a nivel mundial. La profecía de Joel en su máximo y completo cumplimiento. El Espíritu de Dios derramado sobre toda carne. Una cosecha sin precedente. Dios está preparado para darnos el crecimiento. ¿Estamos como Iglesia preparados para recibirlo?

Este es un desafío impostergable para la Iglesia de Jesucristo.

 

 

Rubén Kassabian
Egresado del Seminario Internacional Teológico Bautista, con el título de Bachiller  en Teología.
Master en Teología en el campo de la Evangelización y Avivamientos.
Fundador y Pastor de la Iglesia “JESÚS 100% VIDA” en Buenos Aires, Argentina.
Fundador y Presidente del Equipo Evangelístico “MINISTERIOS DE FE Y ESPERANZA”.
Pastor y Co-Fundador de los “ATLETAS DE CRISTO” en Argentina.
Director Nacional de OCC (Operation Christmas Child), Ministerio de la “Bolsa del Samaritano” fundado por Franklin Graham. (2001-2013)
Director y Fundador del Instituto Bíblico “JESÚS 100% VIDA”.

 

 

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Categoria: Avivamiento, Edición 7 | El Credo, entrega 4

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