ECLESIOLOGÍA DE LA IGLESIA EVANGÉLICA DEL RÍO DE LA PLATA 3

| 15 diciembre, 2014

Nacimiento de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata en los albores de la patria, década de 1820 y su desarrollo en medio de los acontecimientos históricos.

Su ubicación eclesiológica.

Luego de este largo primer capítulo –dividido en las dos primeras notas– sobre la eclesiología en general nos debemos preguntar en dónde se ubica la Iglesia Evangélica del Río de la Plata dentro de este maremagnum de definiciones. Entre las personas de confesión evangélica que fueron afincándose en los tres países del Plata a partir de los años 20 del siglo XIX y que fueron fundando y agregándose a las comunidades que luego en 1899 constituyen el Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata, se encontraban inmigrantes provenientes de diversa extracción cultural y diversas iglesias feudales/regionales mayormente germanoparlantes de Europa central con diferentes tradiciones teológicas, diferentes estilos de piedad y diferentes tipos de organización. El primer pastor de la naciente Congregación de Buenos Aires, Ludwig Siegel, es enviado en 1843 por el Real Ministerio de Asuntos Religiosos de la Iglesia de la Unión de Prusia. Él mismo es de origen reformado, la autoridad remitente era a la sazón unida. En Buenos Aires Siegel se encuentra con una mayoría luterana, no obstante considera lo más acertado introducir la liturgia de la Iglesia de la Unión, pues a su entender era la más equidistante de todas las tradiciones presentes entre los feligreses de su congregación.

A partir de 1857 se inicia una oleada de inmigración suiza a los países del Plata. En la medida que son protestantes van fundando congregaciones en las provincias de Santa Fe, de Buenos Aires y en Uruguay. A partir de 1878 se inicia la inmigración de familias de origen rusoalemán. En su mayoría adherían a la confesión luterana, pero entre ellas las había también de origen reformado. El Sínodo Evangélico del Volga era nominalmente luterano, pero integraba no pocas congregaciones calvinistas. Cuando en 1899 se crea el Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata muchas de las congregaciones que lo integrarían, ya sean de origen suizo o de origen ruso-alemán ya se habían afiliado antes a la Iglesia de la Unión de Prusia. Para los rusoalemanes la Iglesia de la Unión representaba de alguna manera una iglesia parecida al Sínodo Evangélico del Volga. Para los suizos la base “confesional” de la Iglesia de la Unión les merecía suficiente confianza y tolerancia como para integrarse a ella sin temor a tener que sacrificar la totalidad de sus tradiciones.

El proyecto de estatutos para el Sínodo puestos a consideración en 1899 omite la adherencia a una confesión particular y sencillamente incluye a todas las confesiones particulares nacidas de la Reforma bajo el concepto “evangélico”. También es materia del articulado de esos estatutos la relación con la “iglesia madre”. Esta, así se suscribió, debía ser la Unión Prusiana. Esta era la que abarcaba a luteranos y calvinistas y estaba dispuesta a enviar pastores y dada la heterogeneidad confesional de las congregaciones del naciente Sínodo, estos debían ser “pastores que no dividiesen ni destruyesen –guiados por desamoradas querellas de principios doctrinales– lo que se había logrado juntar sobre una base de fe amplia y se consideraba unido, sino que cumpliesen en esta unión autogenerada su servicio con convicción y dedicación, administrando la palabra y los sacramentos con igual amor a sus feligreses luteranos y reformados, alemanes, suizos o franceses” (H. Schmidt, Deutsche Evangelische La Plata-Synode 1899-1949, pág.23).

Otro elemento digno de consideración para nuestro estudio es que la Comisión Directiva del naciente Sínodo debía estar compuesta de tal manera “que el elemento teológico (entiéndase ministerial) no debe tener supremacía sobre el elemento laico” (H. Schmidt, pág 31). En general y desde el vamos las congregaciones se habían constituido por iniciativa laical. Y también la iniciativa de constituir una liga de congregaciones (Sínodo) fue apoyada por laicos, si bien la idea ya estaba presente en la Conferencia Pastoral Plenaria preexistente al Sínodo. Los inmigrantes rusoalemanes estaban acostumbrados ya a la gestión laical de la iglesia desde su estancia en Rusia. Gran cantidad de ellos estaban fuertemente influidos por el pietismo y su concepto de la ecclesiola in ecclesia. Este concepto se realizaba en la “comunidad de los hermanos”, grupos de miembros que se consideraban especialmente llamados, que habían hecho experiencias notables de conversión a Jesucristo. Estos grupos emergentes de las mismas congregaciones constituidas, estaban acostumbrados a celebrar reuniones de adoración, oración y proclamación con prescindencia de pastores en casas de familia, ya sea porque no había pastores en las cercanías o estos por su onda academicista, racionalista o defensora de la institucionalidad de la iglesia no se avenían a dirigir estas reuniones, eventualmente consideradas clandestinas, o eran rechazados por los hermanos por considerarlos inconversos. El elemento laical tiene en la estructura de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata un fuerte peso hasta el día de hoy, a pesar de la reiterada mención del pastorcentrismo y de la presunta virtud asignada a los pastores de manipular a los laicos.

 

En 1933 el Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata, pasa del Consejo Superior de la Iglesia de la Unión de Prusia (EKU), a depender de la Oficina de Relaciones Exteriores de la recientemente creada Iglesia Evangélica Alemana (DEK). Hasta ese momento no existía en Alemania una institución que aglutinara a todas las iglesias regionales. A pesar de los mentados y reales abusos ideológicos que sufriera esta institución a manos de los “Cristianos Alemanes” su constitución confesional en realidad no trasunta tergiversaciones teológicas, por lo menos a nivel formal. Es así que el Sínodo Alemán del Río de la Plata se afilia a la DEK en 1934. Después del descalabro de 1945, la DEK se disuelve. Se produce entonces una reorganización de la iglesia a partir de cuadros de la Iglesia Confesante monitoreada por las autoridades de ocupación. La nueva organización se da en llamar Iglesia Evangélica en Alemania (EKD). El cambio en el nombre es sutil pero importante: El adjetivo que caracterizaba la esencia étnica de la iglesia es sustituido por un complemento de lugar geográfico. En 1954 la EKD se da una ley de relaciones exteriores. Sobre la base de ese instrumento y con la aprobación de la Asamblea Sinodal del Sínodo Evangélico Alemán del Río de la Plata en 1956, la relación de dependencia de la EKD es sustituida por una relación de contrapartes. El “Sínodo” pasa así a ser “Iglesia”, una iglesia hermana de la EKD y de muchas otras: Solicita afiliación al Consejo Mundial de Iglesias y es aceptado como iglesia independiente. Empieza entonces un proceso para la creación de nuevos estatutos y la búsqueda del reconocimiento estatal. Hasta ese momento solo las congregaciones que formaban el Sínodo eran personas de derecho. El Sínodo era solamente una sociedad de hecho. En 1965 se despachan nuevos estatutos y el Sínodo pasa a denominarse Iglesia Evangélica del Río de la Plata. Pero recién en 1969 el gobierno nacional le otorga la personería jurídica. Después de treinta años de funcionamiento en base a ellos, la Asamblea General de 1998 despacha una versión modificada de los mismos y una versión revisada del régimen eclesial.

 

Federico Schäfer

Federico H. Schäfer
Pastor emérito de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP)
Nacido el 28 de junio de1943 en la ciudad de Buenos Aires
Cursó estudios de teología en: Buenos Aires; Sao Leopoldo, Brasil y Berlín, Alemania
Ordenado al ministerio pastoral el 5 de abril de 1970 en Rosario
Ejerció su ministerio pastoral en: Entre Ríos, Misiones, Mendoza y Buenos Aires
Secretario Ejecutivo y finalmente Presidente de la IERP hasta fines de 2010
Actualmente miembro de la Junta Directiva de la FAIE

 

 

 

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.

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La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Edición 13 | Eclesiología, entrega 5, Notas de fondo

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