ECLESIOLOGÍA | ANTIGUO TESTAMENTO

| 9 febrero, 2015

El pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es preparación y figura de la Iglesia del Nuevo Testamento

Pueblo, elección, alianza, resto

Los conceptos que se manejan en el Nuevo Testamento a propósito de la Iglesia están indirectamente anticipados en el Antiguo Testamento. Los cristianos de la primera hora reinterpretaron el Antiguo Testamento, incluidas las ideas relativas a la comunidad cristiana o iglesia, y esa teología está incorporada en el Nuevo Testamento.

Entre estos conceptos encontramos la noción de “pueblo”. Es importante porque indica que estamos ante una comunidad estrechamente unida, con un sentido incluso familiar, de parentesco. En el fondo Israel es una gran familia, de origen nómade, descendientes de un padre común llamado Abraham. La Iglesia articulará más tarde que el Nuevo Pueblo Elegido, el nuevo Israel es la comunidad seguidora de Jesús. Siendo los continuadores de aquellas tradiciones.

La palabra “elección” nos da cuenta de una idea intrínseca a la eclesiología más fundamental: Israel se sabe a sí mismo elegido por Dios, cosa que era frecuente en el planteamiento religioso de los pueblos de la antigüedad. El pueblo Judío se consideraba escogido y superior por la religión. No por la cultura, ni el saber, ni su número, sino que se consideran el pueblo elegido por el Señor por amor, extrañamente de manera gratuita, y no por destacar en algo.

La Iglesia extenderá esta idea para sí, somos el nuevo pueblo elegido por Dios, no por los méritos propios, sino por la misericordia del Señor que nos busca y nos llama. Dios elige a un pueblo, el pueblo de su propiedad: Ustedes serán mi pueblo y yo seré vuestro Dios. Es por ello que la Iglesia tiene desde sus inicios el ser pueblo de Dios, Israel se siente parte escogido como un pueblo esencialmente peregrino.

Dios realiza la salida del pueblo en el que tiene puesta su esperanza y así la Iglesia también es el pueblo peregrino, el pueblo de la liberación para todos los hombres. Todo este aspecto de ser pueblo de Dios se encuentra en el Antiguo Testamento. El pueblo de Israel se constituye por las doce tribus, y la Iglesia que es el Israel de Dios tiene su fundamento representada en los doce apóstoles.

Otra idea que flota en la concepción de Iglesia, es la noción de “alianza”. Israel firmará una alianza, un pacto con Dios. Los profetas entendían que ese pacto había sido roto por Israel, por eso la lejanía de Dios en el destierro. La Alianza se convierte así en una disposición unilateral de Dios, el hombre es incapaz de cumplir, y el pacto queda en manos de Dios que mantiene su promesa. En el Nuevo Testamento la Nueva Alianza está firmada por la sangre de Cristo, que inaugura así un nuevo pacto unilateral, abierto a la adhesión libre de los hombres. Un pacto firmado con el amor y su entrega infinita por toda la humanidad.

Hay finalmente la idea de “resto” o “remanente”. Los que se salvan son los que son fieles a Yahvé, son unos pocos en el Día del Señor. Los primeros cristianos también se consideraban el resto del que hablaban los profetas. El mismo Evangelio habla de ser muchos los llamados pero pocos los escogidos. La comunidad se reúne para dar el culto a Yahvé, Israel tiene este sentido de ser pueblo de culto, comunidad cultual que ofrece a Yahvé sus sacrificios reafirmando la alianza con el pueblo. Ejemplo de esto es la asamblea reunida alrededor del Sinaí para dar culto a Dios que los ha liberado. La comunidad israelita se agrupa en torno a Yahvé, acampa en torno a la tienda de la revelación; por ello el culto se da en la comunidad y para la comunidad y esto se convierte en Palabra de Dios.

La noción más importante de todas, y que tratamos especialmente, es la de “reunión” de donde arranca nuestro sustantivo “iglesia”. La antigua palabra en hebreo era la de “qahal”, y se empleaba unida a la palabra “Yahvé”, empleándose habitualmente como “qahal Yahvé”, que significaba “asamblea del pueblo”, se trata de una sola asamblea, con un sentido político y religioso a la vez.

“Qahal yahvé” es un término activo, es un grupo vivo. Hay otro término que es “edah”, que también significa reunión, pero se emplea para las personas con características comunes. Es un grupo, una reunión de personas unidas por algo especial, no necesariamente significa algo relacionado con lo político y religioso.

La traducción que se hace luego en la Biblia de los LXX equipara “qahal yahvé” a dos palabras griegas: “ekklesia” o “sinagoges”. La primera apuntaría más a la asamblea política y la segunda a la asamblea religiosa. Según la intención del traductor empleará una palabra u otra, ambos significan e indican la comunidad de Israel, pero con matices distintos. Edah casi siempre se tenderá a traducir como “sinagoges”.

Etimológicamente “iglesia” proviene de la palabra griega “ekklesia”, que deriva de: “kaleo”, llamar, con el prefijo “ek”, desde. Su composición “ekkaleo” lo traducimos por convocar; el paralelismo en latín será “voco” o “convocare”. El sustantivo es “ekklesia”, que significa literalmente convocatoria, con matices: llamada a reunirse, reunión o asamblea en sí. El grupo, aunque no esté reunido en ese momento, se le llama también comunidad o reunión, ekklesia. En el griego clásico significaba reunión política. Los judíos usaron esta palabra como reunión junto con otra: “sinagoges”, que etimológicamente también significa “reunión”.

La palabra sinagoga, se refiere no sólo a la reunión, sino al lugar donde tenían esa reunión, pasando a ser el nombre del edificio, la sala de reuniones de los judíos. Los cristianos de las primeras décadas, que todavía acudían a la sinagoga, se consideraban del pueblo de Israel, ahora renovado por Jesucristo. Cuando fueron expulsados de la sinagoga, cercana la guerra contra los romanos, hicieron sus propias asambleas, pero para diferenciarse de la asamblea de los judíos se autodenominarán “ekklesia”. Son los cristianos, la Nueva Asamblea.

También adoptan el significado de reunión religiosa antes que política para el término. Al igual que sucediera con la sinagoga, se identificó la asamblea con el edificio o templo, diciendo en lenguaje vulgar “vamos a la iglesia”, refiriéndose al templo, no al grupo, al que ya se pertenece.

Toda la eclesiología se encierra y tiene sus orígenes en el pueblo de Israel, el pueblo escogido por Dios en donde se realizan las promesas pero no promesas cerradas sino la promesa abierta a todos los pueblos. Dios no se interesa sólo por Israel sino a partir de él hacia todos los hombres que anhelan la salvación. Todo el mensaje veterotestamentario le concierne precisamente a la eclesiología. El pueblo de Dios en el Antiguo Testamento es preparación y figura de la Iglesia del Nuevo Testamento.

La Iglesia está incluida y prefigurada en el Israel; es el pueblo de Dios único e indivisible por medio del cual Dios presenta su amor patente al hombre por medio de Cristo su Hijo, plenitud y cumplimiento de las promesas, que la Iglesia anuncia a viva voz a todos los hombres.

 

Matias Suarez

Matías Alarcón Suárez
Graduado del Instituto Bíblico Rio de la Plata.
Se está preparando para ir de misionero a China, a donde irá a radicarse en unos pocos meses más.
Ya ha estado predicando en China.

 

 

 

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Categoria: Edición 13 | Eclesiología, entrega 13, Notas de fondo

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