¿DE QUÉ HABLAN LOS PENTECOSTALES? 4 | LA CRÍTICA SOCIAL

| 4 enero, 2021 | Responder

Los pentecostales ante la realidad social.

Analizando las lógicas o maneras de pensar del pentecostalismo desde una perspectiva sociológica, en dos notas que preceden a ésta hemos resaltado las funciones que denominamos “terapéuticas” (sanidad interior, sanidad física y de relaciones familiares), funciones convergentes a su vez con esperanzas de prosperidad. Dentro de este perfil asoman como dos avenidas paralelas, la ausencia de crítica social en sentido político y la práctica de asistencialismo con los presidiarios y los pobres, a través de los pabellones evangélicos en las cárceles y el involucramiento en programas de ayuda alimentaria a familias de barrios híper carenciados (1). Todo lo cual suena coherente con la historia social. El pentecostalismo se ha manifestado en una diversidad de iglesias y ciclos de formación de iglesias, que emergiendo de los escalones inferiores de la sociedad en los Estados Unidos, desde fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX se difundió y difunde a través de análogos espacios socioeconómicos. Un punto inicial del pentecostalismo en la Argentina a comienzos del siglo XX tuvo lugar en Isla Maciel, frente al Barrio de la Boca, en la Ciudad de Buenos Aires. Maciel, zona que se tornó emblematizada como ámbito de pobreza, marginalidad y actividad prostibularia, en cuyas proximidades funcionaban frigoríficos que empleaban a obreros inmigrantes. Unos mil kilómetros al norte de Buenos Aires, el pentecostalismo afloró décadas después entre los indígenas conocidos como “paisanos tobas”, ahora conocidos como “Qom”, en la Provincia del Chaco. La iglesia evangélica fue un punto de engarce, a su vez, de los nativos con la sociedad envolvente. Pero aún así permanece claro que los pentecostales no apuntan a los problemas sociopolíticos. Generalización que no es totalmente válida.

Otros pentecostales existen, con menor visibilidad social, que contextualizan su acción ministerial no solamente en personas y familias. También se enfocan en la sociedad. De este modo es perceptible en primer término la participación de algunas iglesias pentecostales, desde hace ya varias décadas, en la FAIE, Federación Argentina de Iglesias Evangélicas, entidad en cuyo seno la contextualización de la acción religiosa se dirige también hacia la sociedad, constituyendo un valor prioritario la justicia social. En esta línea cabe destacar, por ejemplo, el Movimiento Pastores por la Gente, de orientación centralmente pentecostal.

De todos modos, pese a la cosmovisión binaria o dualismo ontológico, cielo/tierra, cielo/mundo, surge otro rasgo dinámico de la fe pentecostal y su praxis. Moviendo el enfoque ahora hacia un punto teológico, mi experiencia indica que en el culto pentecostal la teología del “rapto de la Iglesia”, que supuestamente debiera constituir una férrea esperanza postrera, posee entre nula y escasa actualidad. Partiendo de una lectura radicalmente literalista de la Biblia, la noción del rapto de la iglesia significa que una vez acontecido el “Final de los tiempos” y en relación con la Segunda Venida de Jesucristo, las personas que tuvieron un encuentro con él en sus corazones y vivieron de acuerdo con sus enseñanzas, serían arrebatadas de la tierra (el mundo) y llevadas a una morada celestial (2). A su manera, los pentecostales permanecen en la tierra. Y para ver con mayor amplitud de qué modo funciona esta experiencia de arraigo-y-desarraigo, hablaremos, en una siguiente nota, de la participación en experimentos evangélicos en la política argentina, como herramienta para el trabajo sustancialmente espiritual.

(1) Al redactar estas líneas no puedo dejar de pensar en “Así habla el tango La última curda (letra de Cátulo Castillo, música de Aníbal Troilo, 1956). el hondo bajo fondo donde el barro se subleva”.

(2) Juan 14: 3. “… vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Hay diferentes lecturas de la secuencia en que esto ocurriría y las señales que marcarían los momentos, pero siempre queda afirmado, y sostenido con enigmáticos pasajes del Libro de las Revelaciones o Apocalipsis, que, efectivamente, habría tal suceso.

Esta nota fue publicada en Actualidad Sociopolítica Religiosa. Año 1, nro. 19, de México DF, el 25 de agosto de 2020, bajo el título “Persona, familia y sociedad. ¿De qué hablan los pentecostales?” Tercera nota.

Dr. Hilario Wynarczyk

Doctor en Sociología (Universidad Católica Argentina, UCA)
Master en Ciencia Política (Universidad Federal de Minas Gerais, Brasil, UFMG)
Licenciado en Sociología (Universidad de Buenos Aires, UBA)
Profesor Titular de Metodología y Taller de Tesis (Universidad Nacional de San Martín, UNSAM) Integrante de los consejos directivos de:
Asociación de Cientistas Sociales de la Religión en el Mercosur (ACSRM)
Consejo Argentino para la Libertad Religiosa (CALIR)
Pertenece a:
Red Latinoamericana de Estudios Pentecostales (RELEP)
Programa Latinoamericano de Estudios Socio-Religiosos (PROLADES)
Grupo de Estudios Multidisciplinario sobre Religión e Incidencia Pública (GEMRIP)
Ha sido integrante del Consejo de Expertos de las Secretaría de Culto de la Nación
Investigador y escritor

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
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Categoria: Edición 23 | NUESTRA AMÉRICA: SER IGLESIA HOY, entrega 7, SOCIEDAD, Sociología

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