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| 7 junio, 2021 | Responder

Desafíos de la iglesia post-pandemia

En el siglo XXI las iglesias protestantes y la Iglesia cristiana en general se encuentran ante una realidad distinta a la de los siglos pasados. Desde que cayó el muro de Berlín hemos entrado en un tiempo que señalaba el fin de la política y la historia de las grandes visiones e ideologías. El capitalismo como sistema mundial en cierto sentido logró construir un mundo unipolar donde prevaleció una superpotencia hegemónica, imperialista. Sin embargo, al terminar el primer quinquenio del siglo XXI, la historia nos da cuenta de la falacia de la tesis de Fukuyama sobre el Fin de la Historia.

En la actualidad, hasta el modelo de los Estados de Bienestar europeos tambalea por la agudeza de la crisis mundial, y sobre todo en medio de una pandemia que ha generado una crisis sanitaria. A pesar de las tesis de Fukuyama, han surgido los llamados gobiernos progresistas o populistas que, luego de experimentar gran auge en América Latina con cambios positivos para las diferentes naciones en el siglo XXI, comienzan a tener problemas, habiendo quienes pronostican su fin. La globalización capitalista escenifica un nuevo orden mundial y plantea nuevos problemas a las sociedades y por lo tanto también a la Iglesia en América Latina, a saber: la presencia de una cultura afectada producto de la mundialización, una Iglesia con falta de incidencia púbica, una acentuada crisis de valores y de ideologías, el pluralismo religioso, el diálogo ecuménico, el problema socio-económico, la cada vez más marcada brecha entre ricos y pobres, la crisis ecológica, modelos de desarrollo, entre otros. Estos son temas que han tomado por sorpresa a una Iglesia que en su mayoría se encuentra sin saber cómo responder ni actuar en una sociedad donde el tiempo se escapa porque nada concluye, y todo, incluido uno mismo, se experimenta como efímero y fugaz, done cada instante es igual al otro y no existe ni un ritmo ni un rumbo que dé sentido y significación a la vida.

Estos desafíos como iglesia nos tienen que llevar a conformar una teología latinoamericana que rompa con los estereotipos teológicos eurocéntricos que nos impiden ver todas estas problemáticas de nuestro pueblo en la actualidad. Una teología de lo público, tal como refiere el Dr. Nicolás Panotto*, y que resumo en estas líneas:

“Esta experiencia siempre me motiva a pensar en que la teología pública -o la teología de lo público, como prefiero decir- tiene por función central el promover espacios de diálogo democrático y encuentro diverso como un modo de construir instancias alternativas de espiritualidad, de vivir la fe, en fin, de “pastoral pública”. La teología (pública) no es un ejercicio apologético y menos aún un marco donde la religión en general y la iglesia en particular pretenden “corregir” a los demás actores, como es muy común ver. Por el contrario, la función pública de la teología es aportar, precisamente, a profundizar la dinámica y el movimiento de lo público a partir de una convivencia democrática e inclusiva desde la diferencia, promoviendo la diversidad de voces que habitan no sólo el mundo religioso sino también la sociedad civil. Desde esa función, como podemos ver en este relato, la teología pública muestra su inherente “dimensión pastoral”, afín a la reconciliación y la restauración, en su plena expresión. La función pública de la teología, del activismo por los derechos humanos en nombre de la fe (sea cual fuere), tiene que ver con profundizar instancias de diálogo y encuentros…”**

Trabajar por los pobres, desamparados, los expulsados de toda índole por el sistema, no es privilegio de determinadas iglesias especialmente de América Latina, sino exigencia evangélica con la cual la iglesia toda tiene que ser constantemente confrontada. “La iglesia es la iglesia de los pobres”. La iglesia no es la que está en los lugares y posiciones de poder, la iglesia es la que está con los oprimidos, desechados y hambrientos, eso es Iglesia.

*Dr. Nicolás Panotto
Doctor en Ciencias Sociales, FLACSO, Argentina; Magíster en Antropología Social y Política, FLACSO, Argentina; Licenciado en Teología (IU ISEDET)
**Tomado de sus redes sociales

Christian Ayala
Profesor de historia, Universidad Nacional de Luján Historiador
Líder equipo Juvenil Iglesia Cristiandad José C Paz. Referente Nacional de redes Juveniles internacional

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Categoria: entrega 4, Teología del Sur

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