CREO QUE NACIÓ DE LA VIRGEN MARIA

Junto con el tema la resurrección, la doctrina del nacimiento virginal de Cristo, es el tema más debatido y de mayor controversia.

I. Introducción
Esta doctrina se basa en dos textos bíblicos con referencia explícita: Mateo 1:18-25 y Lucas 1:26-38.
Lo primero que se debe notar de la doctrina del nacimiento virginal, tomando como referencia a M. Erickson[i], es que en lugar de usarse el término “nacimiento virginal”, el término más apropiado sería: “concepción virginal” o “concepción milagrosa”, ya que hace referencia a la concepción virginal de Jesús en María por la acción del Espíritu Santo.
Es decir, Jesús no solo no tuvo un padre humano sino que tampoco fue el resultado de una relación sexual (coito) entre José y María. Cuando decimos “concepción” estamos diferenciando ese instante del momento del parto propiamente dicho. María era virgen en el momento de concebir más que en el alumbramiento.
Teólogos evangélicos como Dale Moody han propuesto que se utilice la expresión “concepción virginal” o “concepción milagrosa” para distinguirse de la interpretación de teólogos católicos. Estos suponen que no solo hay concepción virginal, sino nacimiento virginal, para incluir el parto, que se supone se produjo de una manera milagrosa, para que no rompiera el himen de María; y de esa manera mantener la doctrina de la perpetua virginidad de María.
Una vez examinado el significado conceptual del nacimiento virginal, es necesario preguntarnos cuál es la importancia de la doctrina, para luego extraer algunas implicancias prácticas para la teología cristiana.

II. Importancia
En primer lugar se debe destacar la importancia del nacimiento virginal porque La Biblia nos dice que sucedió; ello ya que, como un elemento clave de la cristología, creer es necesario si vamos a entender la enseñanza bíblica sobre la persona de Cristo correctamente. De lo contario, se estaría comprometiendo la autoridad de la Biblia.
En segundo lugar se debe destacar que no todos los teólogos han asignado la misma importancia a la concepción virginal.
a. Para algunos esta doctrina es indispensable para la encarnación. Se necesito la intervención divina para garantizar la naturaleza divina-humana, que sería imposible con la exclusiva intervención hombre-mujer.
b. Otros creen que fue necesaria para no heredar naturaleza depravada o corrupta, es decir, para que Jesús careciese de pecado. Si se acepta esta postura, puede caerse en el error de pesar que solo el varón es quien transmite corrupción y que María no transmite la condición humana pecaminosa; o bien, que el acto sexual lo hace. Estas suposiciones no tienen base bíblica.
c. También están los que creen que es algo simbólico, para explicar la encarnación. No creen que fuera necesario ontológicamente, sino epistemológicamente, en otras palabras, a los efectos de conocer que Él era Dios.[ii]
En tercer lugar, la concepción virginal es necesaria para que en Jesucristo se hayan podido unir las dos naturalezas, la deidad en su plenitud y la humanidad en su plenitud.
En cuarto lugar, con esta doctrina se afirma que Jesús es Dios-hombre desde la concepción y no desde el nacimiento.
Por último, la concepción virginal es evidencia de lo especial que era Jesús el Salvador. La naturaleza milagrosa del nacimiento muestra que Él era escogido por Dios de manera particular.

III. Implicancias
Como se ha expresado anteriormente, la concepción virginal es importante para tener una correcta comprensión de la persona de Cristo. A partir de esto, se puede deducir algunas implicancias prácticas, que se considerarán a continuación.
1. Como primera implicancia, y siguiendo a Erickson[iii], el nacimiento virginal es un recordatorio de que nuestra salvación es sobrenatural y un don de la gracia de Dios ya que la misma no procede del esfuerzo humano, ni es un logro humano. La humanidad es incapaz de asegurar su propia salvación (ver Jn. 3:5b-6; Jn. 1:13).
2. Además, el nacimiento virginal es un recordatorio de que nuestra salvación, aunque vino a través de la humanidad, es totalmente un regalo de Dios, porque si bien María poseía cualidades excelentes, lo especial no es María sino el hecho de que Dios quiera, por gracia, hacerse humano. En otras palabras, el énfasis está puesto en que la salvación no procede del esfuerzo humano, ni en un logro humano, sino que es una prueba de la actividad del Espíritu Santo.
3. Por otro lado, también se puede decir que la concepción virginal implica que la naturaleza humana es un medio legítimo para que Dios se encarnara. Este es un hecho importante por el valor que le asigna a la naturaleza humana. Que Dios se haya hecho hombre, implica que Dios se interesa en la humanidad. En Cristo, la naturaleza humana asumida, ha sido elevada también en nosotros la dignidad.
4. El nacimiento virginal nos hacer recordar el poder y la soberanía de Dios sobre la naturaleza, al alterar y sobrepasar el curso de la naturaleza para conseguir sus propósitos. Dios, en el nacimiento virginal, simboliza su habilidad para cumplir lo aparentemente imposible. “¿Acaso hay algo imposible para Dios?” (Gen. 18:14).
5. Por último, se debe notar que el nacimiento virginal de Jesús muestra la inmanencia de Dios de forma plena. La presencia de Dios entre nosotros (Isa. 7:14; Mt. 1:23). No tenemos un Señor que no nos conozca, al contrario tenemos uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado (Hb. 4:15). Y esa es una de las grandes bendiciones que tenemos.

Categoria: BIBLIA, Edición 7 | El Credo, entrega 3, Teología