TOMMY HICKS 1 | Previo a la campaña

| 21 enero, 2013

Para el evangelio en Argentina en forma general y el pentecostalismo en forma particular, la campaña con Tommy Hicks marca una bisagra que deja señalado un antes y después. Lo acontecido en esa oportunidad se trató de un verdadero avivamiento. Probablemente el más importante hasta ahora.

 Me propongo relatarles en tres entregas parte de la maravillosa experiencia que significó para nuestro país aquella campaña comenzada sin expectativas y finalizada como un logro espiritual sin parangón. Espero que cada uno pueda revivir la historia y creer que Dios siempre puede hacer una obra que trascienda los límites de nuestros programas y esperanzas.

Fuentes:
Aunque no había nacido entonces, me unen a la historia una serie de acontecimientos muy particulares, crecí escuchando sobre ella en casa ya que mi padre, Cervantes Polignano, luego pastor, fue ujier en la plataforma en aquel evento y quedó impactado hasta hoy; mi abuelo materno, Pedro Suligoy, pastor también y participante de la organización de la misma, me la relató cientos de veces en interminables mateadas y, con los años, se dio el caso particular que asumí el pastorado de la iglesia de la calle Teodoro García, donde se gestó el suceso y había muchos detalles sobre aquel suceso.

Fue un tema que me atrajo y llevó a largas charlas con hermanos que lo vivieron y ya están en la presencia del Señor. Entre ellos, cito a Eduardo Fazzini, quien fue superintendente de la UAD (Unión de las Asambleas de Dios); Alberto Scataglini, renombrado siervo de Dios que tuvo su lugar de ministerio en la Ciudad de La Plata; Pedro Genobar, reconocido pastor en la zona de San Martín y doña Eugenia Perrone, quien se convirtió en aquella campaña y estuvo en la iglesia que pastoreo hasta su traspaso a la gloria en el año 1995.

Antes de terminar de redactar esta nota, visité durante varias horas para hablar de sus recuerdos de la campaña al pastor Daniel Grasso, con un ministerio pastoral en la localidad de Billinghurst, pero con un trabajo que tuvo alcance nacional, ya que por muchos años fue presidente de la UAD.

De lo hablado con todos ellos, les hago este resumen histórico de lo vivido en 1954.

 

Previo al suceso:
Aunque fue la actividad evangelística más grande hasta entonces, sin embargo, Tommy Hicks no era un renombrado predicador, ni lo continuó siendo después de aquella visita a nuestro país. Por el contrario, era un ignoto que hizo dudar a los organizadores acerca de la conveniencia de realizar o no la campaña.

La idea que se había gestado era que el evangelista fuera T.L.Osborn, alguien que tenía los pergaminos suficientes como para parar la actividad de todos y unirse a la campaña. Poco antes de la realización programada, estaba predicando en Chile cuando fueron a visitarlo los organizadores en Argentina. Allí, Osborn les dijo que el Señor le había indicado que no viniera a nuestro país. Ante el asombro y desazón de sus visitantes, propuso a Tommy Hicks.

“No lo conocía nadie” es la frase que siempre dijeron todos mis interlocutores cuando hablaba con ellos. Finalmente la buena determinación o sensibilidad para escuchar al Espíritu Santo de Pablo Sorenssen, Erlyn Andressen y Louis Stockes, misioneros en nuestro país, hicieron que la campaña se realice.

Al llegar a Argentina, Hicks quiso hablar con el entonces presidente Perón, todos se lo desaconsejaron pero él fue igual ya que sabía que el Señor lo había mandado. No lo recibió, pero logró llegar al Ministro de Relaciones Exteriores y Culto, quien luego de hablar le señaló que no podría tener una audiencia con el Presidente.

En ese momento, entró el Secretario del Ministro que tenía un gravísimo problema en una de sus piernas. El evangelista pidió permiso para orar, se arrodilló y tocó la rodilla del funcionario quien al instante quedó sano. Hicks se volvió al ministro y dijo “¿puedo ver a Perón?”, de inmediato, estaba en el despacho presidencial.

La entrevista con el general Juan Domingo Perón fue afectuosa y al final de la misma se había dejado de lado el protocolo para dar lugar a un abrazo entre ambos y una oración que el evangelista hizo por el presidente. Perón ordenó darle todo el apoyo que fuera necesario: permisos, conseguir un estadio de fútbol y la posibilidad de acceso a los medios de comunicación dependientes del Estado Nacional. Asimismo, ordenó a la Policía Federal que realizara toda la logística y acción antidisturbios durante el evento.

Si bien el evangelista Hicks tenía su nexo principal con la Unión de las Asambleas de Dios en Argentina, la campaña tuvo la adhesión y participación activa de prácticamente todo el movimiento pentecostal en el país, aclarando también que otros grupos denominacionales no pentecostales, en conjuntos o pastores en forma particular, se plegaron plenamente a la actividad.

Como muestra de lo antedicho, la presidencia de la Comisión Pastoral estaba a cargo de Humberto Garrido, un pastor perteneciente a la Alianza Cristiana y Misionera y varios pastores bautistas también estaban apoyando y participando de la campaña.

Una mención especial merece la participación del pastor Pablo Sorenssen, quien era el traductor y estaba en todos los demás detalles de la campaña. Veloz en la traducción como en la repetición de los ademanes y timbres de voz del predicador, se fue transformando en la voz de la campaña.

Primero fue la cancha de Atlanta y luego la de Huracán. La campaña se realizó durante 54 noches entre los meses de abril y junio de 1954. En la última etapa, se calculaba que cada noche asistían alrededor de 400 mil personas, el estadio de Huracán permitía en ese entonces 85 mil asistentes en las tribunas, más la gente que estaba en el campo de juego y en los alrededores del estadio. Los números definitivos difieren pero, en total, varios millones de personas escucharon el mensaje de las Buenas Nuevas del Evangelio.

La campaña que cambiaría la historia estaba en marcha.

La semana que viene, Dios mediante, compartiré con ustedes las transcripciones literales de los comentarios que me hicieron quienes participaron de aquel magno evento, permitiéndome invitarles a leer un material que generará en cada uno un verdadero sentir de admiración ante la obra que el Señor realizó entonces. No dudo que para quienes solo conocen de oídas la existencia de este mover, será un material que les dará una visión genuina de aquella historia.

Tommy Hicks con el entonces Presidente de la Nación Juan Perón
Tommy Hicks con el entonces Presidente de la Nación Juan Perón

 


Volante de la Campaña

 


Primeros días de la Campaña en el Estadio de Atlanta con un puñado de cien personas

 


Las multitudes comienzan a acudir

 

Rodolfo Polignano
Pastor en el barrio de Colegiales de la Ciudad de Buenos Aires
Unión de las Asambleas de Dios
Profesor del Instituto Bíblico Río de la Plata durante 30 años
Escritor y maestro se especializa en Homilética
Bajo su ministerio pastoral se levantaron 12 nuevas congregaciones
Sirvió muchos años como presidente de Evangelismo de la Unión de las Asambleas de Dios

 

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Categoria: Avivamiento, Edición 2 | Evangelismo, entrega 3

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