NUEVA EDICIÓN, MAYOR EXPECTATIVA

Creemos estar a las puertas de un tiempo superador para Pastores por la Gente, el núcleo de pastores que sin formar ninguna organización se autoconvoca con el fin de poder dialogar, en una oportunidad de intercambiar opiniones en un respetuoso disenso, donde la importancia no radica ni en la trayectoria ni en la fama del opinante, sino en la idea que se expresa, todo en un ambiente de consideración que se va transformando en algo fraterno.

Cordialmente trata de ser la expresión de Pastores por la Gente y, en la consecución de ese objetivo, deja abierta la oportunidad de todo tipo de expresiones con el fin de darle a la pastoral un conjunto de datos que se transforman en ideas después del filtro que cada uno le interpone.

Comenzamos aquí nuestro cuarto número que tiene como tema “Iglesia y Sociedad”. Atrás, pero a disposición de todos, quedan las anteriores entregas cuyos contenidos han sido “La Oración”, “La Evangelización” y “La Educación”. Cuestiones que se fueron mechando con reflexiones anexas de los temas, secciones específicas como economía y misiones y con “los dossiers de actualidad” donde se opinó sobre cuestiones trascendentales o al menos importantes, que fueron surgiendo.

La invitación a participar está latente para todos, sin distinción de denominaciones o líneas de pensamiento. Para hacerlo usted puede escribir una nota o agregar sus opiniones al pie de las que salen. La limitación está ajustada a no agredir a personas o instituciones, pero con toda la libertad de expresarse y ayudar a los demás a formarse e informarse.

Creemos que viene un tiempo de mayor expansión, tenemos pedidos para que Pastores por la Gente comience a generarse en distintas ciudades; agregándosele la idea de reflejar en Cordialmente las conclusiones que se produzcan en cada una de las charlas, de manera que los intercambios de opiniones no se queden sólo en el ambiente en que fueron expuestas, sino que trasciendan y se compartan.

Nos estamos desafiando a una pastoral de avanzada. Con líderes que no se adapten necesariamente a moldes impuestos, sino que transformados en verdaderos siervos sean capaces de levantar nuestros pueblos, preparándonos para un tiempo donde conseguidos algunos logros espirituales, sociales y legales podamos proyectarnos en alcanzar a la mayor cantidad de gente para Cristo, antes de Su retorno a buscarnos.

Pensamos en opiniones fuertes, arraigadas en la Palabra viva de Dios, pero despojadas de culturas foráneas; exposiciones que se interpreten de acuerdo a nuestra cultura y vivencias, que aparezca un proceso de formación de una “Teología del Sur”, en la que algunos de los postulados que en forma extra bíblica se nos han incorporado, los podamos discernir transformándonos en la expresión del Espíritu Santo para nuestra gente.

Recapacitemos, como pastores de esta región del mundo, en el mensaje de La Biblia para nuestro tiempo. Y así como la cultura de Corinto generó un reclamo que las mujeres cristianas usaran velo y no lo imponemos para nuestras hermanas, concientes que el contexto de esa ciudad expresaba cuestiones particulares, de la misma manera avancemos sobre ideas y preconceptos que no están determinados en La Biblia y que con el tiempo nos los autoimpusimos o los aceptamos.

Como las ruedas de Ezequiel capítulo 1, vayamos hacia donde el Espíritu se mueve; donde las “adúlteras” sean restauradas y no apedreadas, los “Pedros” tengan la oportunidad de volver a predicar después de su fracaso, los “Marcos” sean reincorporados al servicio y donde los pobres encuentren el amparo del amor que se refleja en las acciones de los justos.

En este número, al presentar “Iglesia y Sociedad” aspiramos a mostrar la mayor cantidad de testimonios de quienes predican en las villas y en las cárceles, de quienes mostrando el amor de Cristo dan comida al hambriento o de quienes visitan hospitales y no se sienten satisfechos solamente con haber entregado un folleto, sino son capaces de ayudar a los enfermos o sus familiares. Queremos mostrar a los que hacen algo “por uno de estos más pequeños” concientes que es como si se lo hicieran a Cristo. Y así como resaltamos en el último número la historia de los educadores y en el anterior la de los evangelistas, nos entusiasmamos con reflejar la de quienes se preocupan por los demás.

Pedimos la ayuda de todos para esto, es obvio que quienes les servimos desde la co-dirección estamos circunscriptos a nuestras limitaciones y desconocimientos. No quisiéramos que alguien nos diga luego: “qué lástima que no hablaron de la obra de tal pastor que hace por los necesitados”, preferimos que nos la cuente a tiempo para que la podamos reflejar aquí.

En medio de todo ello, con las reflexiones de cada uno de los autores, en quienes confiamos que existe una “rhema” divina para nuestra edificación, podremos ir colocándonos en perspectiva para llegar a sacar conclusiones significativas sobre nuestro compromiso con quienes están hechos a imagen y semejanza de Dios.

Soñamos que la voz de la profecía bíblica, reflejada en los reclamos de Amós y Miqueas vuelva a sonar dinámica en medio nuestro. El desenfado de denunciar “la venta del pobre por un par de zapatos” o la denuncia de quienes “maquinaban mientras dormían en camas de marfil”, se haga voz en los pastores actuales, quienes con su conocimiento y ejemplo, se pongan al frente de un nuevo proceso restaurador.

Si lo logramos, aunque sea en parte, sentiremos que hemos cumplido con nuestro mandato.

Codirectores

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que, fiel a sus principios, no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

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Categoria: Edición 4 | Iglesia y Sociedad, Editorial, entrega 1