¿BUSCAS IGLESIA?

| 17 febrero, 2014

Vivir con los santos arriba, eso sí será gloria.
Vivir aquí abajo con los santos que conozco,
Bueno ¡eso es otra historia!
Anónimo

Hoy quiero partir de una premisa que creo cierta: El cristianismo solo puede vivirse en comunidad.

Y esa comunidad no es otra que la iglesia. Claro está que el problema que observo constantemente en personas que se marchan de una iglesia a otra es que ven la congregación a la que asisten como algo que se “consume”, relacionado con un producto que se nos da. La iglesia no es un teatro donde vamos, vemos la función y si nos gusta aplaudimos y felicitamos a los actores y si no salimos enfadados y hablamos a otros mal de la obra de teatro que no nos gustó. La iglesia es todo lo contrario, nosotros actuamos, con nuestras actitudes, acciones… y Dios es el espectador de nuestra adoración.

Debemos salir preguntándonos: ¿qué hice en el culto que agradó a Dios?, y no: ¿qué saqué de esto? La mirada en los cultos tiene que estar más allá de la plataforma, tiene que estar en Dios.

¿Para qué existe la iglesia? La iglesia no existe para dar entretenimiento, alentar la autoestima, desarrollar tus teologías o hacer amistades… sino para adorar a Dios y si se falla en eso, la iglesia ha fracasado. Adorar es recordar quién es el dueño de la casa, que por cierto no lo somos ni tú ni yo.

Al asistir a la iglesia debo mirar mi interior y no reclinarme en el asiento como si lo que veo fuera un espectáculo para emitir juicios estéticos. Escucho, reflexiono y pienso: ¿qué necesito cambiar en mí?

No debo buscar una iglesia con gente parecida a mí, esa no tendría que ser mi meta. Cuando hacemos eso siempre fracasamos. Hay gente que busca iglesias con personas de su mismo nivel cultural, económico, con su teología (la suya, no la de Dios), raza o procedencia y se equivocan. Lo homogéneo siempre acartona y empobrece. Martin Luther King solía decir que las once de la mañana en los servicios religiosos de EE.UU. solía ser la hora más segregacionalista de todas.

Tristemente olvidamos que la iglesia fue la primera institución que puso a judíos, gentiles, hombres, mujeres, esclavos y libres en un nivel de igualdad. Definitivamente me gusta estar en una iglesia de gente que no es como yo. Por otro lado piensa una iglesia de gente como tú, sería (me miro a mi misma) la mar de aburrida.

Además debemos mirar más allá de nuestras paredes, ya que somos de las pocas sociedades cooperativas que miran por el beneficio de la gente de afuera. Cuando sirves a otros dejas de pensar que te tienen que servir a ti. Luis Palau dijo una vez algo muy claro: “la iglesia es como el estiércol, si lo apilas en un rincón huele mal, si lo desparramas por la tierra la abonará”. Y en ocasiones la iglesia huele bastante mal.

Por ultimo mírate para dentro, vive en la gracia y déjate de rivalidades y críticas. La gracia llega a quien no se la merece, ósea a ti y a mí.

¿Buscas iglesia?… pues ya la tienes… quédate en la que estás.

 

Reyes Escobar Golderos
Diplomada CSTAD (Centro Superior de Teología de Asambleas de Dios de España)
Diplomada en Educación Social
Profesora de primaria
Pastora Iglesia Betel en Aragón

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

Si desea agregar su comentario a una de las notas puede hacerlo teniendo en cuenta las siguientes limitaciones:

  • Debe ser de hasta 140 caracteres
  • Puede referirse libremente en aprobación o oposición las ideas y conceptos expresados
  • No debe incluir comentarios personales o críticas sobre el autor de la nota
  • No debe utilizar el espacio para agraviar a una Iglesia o institución
  • No debe utilizarse para promociones de ningún tipo

 

 

 

Categoria: BIBLIA, Edición 8 | Iglecrecimiento, entrega 7, Teología

Comments are closed.