NUMERICAMENTE, ¿CRECE LA IGLESIA EN ESTE TIEMPO?
Las multitudes en las naciones están sedientas de que alguien les muestre “el camino de Jesús”. Le sorprendería saber que miles al recibir el mensaje por primera vez lo aceptan con emoción, es “EL MENSAJE” que estaban esperando, la respuesta a sus necesidades, el AGUA DE VIDA para sus vidas.
Siendo conservadores, Argentina cuenta con un aproximado de 15% cantidad de creyentes en Cristo. No es la intensión de esta nota polemizar sobre este particular, pero según fuentes confiables, podemos decir que estamos en un 15% de la población, pero si hablamos de gente comprometida, practicantes, que son fieles a sus congregaciones, es posible que no superemos el 7% de la población.
Aun con esta mirada para algunos pesimistas, estaríamos entre los países más evangelizados del mundo.
Quisiera tomar una cifra promedio para resaltar una realidad. Pensemos que el 10% de la población de nuestro país es creyente comprometido.
Si pudiésemos incentivarles a ganar a 1 nuevo creyente por mes, no es difícil creer que en 10 meses, virtualmente alcanzaríamos toda la población de Argentina, tan solo en 10 meses.
¿Que nos faltaría para lograrlo? Un plan estratégico, trabajo en equipo, quitar los miedos y egoísmos y resaltar que es más lo que nos une que lo que nos separa. Saber que tenemos un propósito en común y este es “IR y HACER discípulos” hasta los confines de la tierra.
Hay un pasaje muy conocido que quisiera compartirles: “¿No decís vosotros: “Aún faltan cuatro meses para que llegue la siega”? Yo os digo: Alzad vuestros ojos y mirad los campos, porque ya están blancos para la siega.” (RV1995)
Al analizarlo, veo varios énfasis de Jesús para sus discípulos.
En primer lugar es interesante pensar que antes de “enviarlos” al mundo, les pidió “levantar los ojos”. Quiero resaltar que Jesús les insiste en “alzar los ojos”, es que mientras tenemos la mirada baja, solo podemos ver lo que tenemos más o menos en el metro cuadrado de nuestro entorno. El énfasis de alzar los ojos nos debe llevar a pensar que sin tener la visión de Jesús respecto a la tarea restante no podremos cumplirla.
Estamos muy acostumbrados a vernos a nosotros mismos, mirar lo que nosotros necesitamos; con un cierto sentido de egoísmo, no miramos más allá de nuestras propias limitaciones. Con la mirada puesta en nosotros, nos convertimos en el centro de atracción y por lo tanto en el objeto principal de nuestras acciones, no visualizando lo que Dios espera de nosotros como iglesia.
En segundo lugar, les habla del tiempo que aparentemente falta para levantar la cosecha, “faltan cuatro meses”. Pocas veces entendemos las prioridades de Dios, y muchos menos ponemos sus prioridades sobre las nuestras.
Antes mencioné las cosas que vemos con la mirada puesta en nosotros, y esto genera que pensemos que lo demás puede esperar. Solo para mencionar que los campos están listos, y si nosotros no respondemos, “otros” irán a cosechar.
Los campos están listos para los cristianos y si no tomamos el lugar que nos corresponde, otras religiones, sectas, corrientes filosóficas, ALGUIEN MÁS TOMARA NUESTRO LUGAR. Con tristeza debo mencionar de lugares que están siendo “tocados” por el islam, por el budismo, aun ante el silencio de “la iglesia” el ateísmo avanza entre las naciones.
En tercer lugar, me surge una pregunta lógica, que creo que era el objetivo de Jesús provocar en los discípulos. ¿Qué ocurre si alzamos nuestros ojos? ¿Qué desafíos comenzamos a contemplar?
Una mirada por sobre nosotros mismos nos muestra una perspectiva real del mundo. La población mundial actualmente es de 7.151.369.586 de personas, al momento exacto que escribo estas líneas. Tenga en cuenta que nacen tres bebes por segundo.
Hay 238 países políticos en el mundo y 193 países independientes. Aproximadamente 11% de la población confiesa ser cristiano nacido de nuevo y otro 20% asiste a la iglesia, pero no se compromete con Dios.
Cerca de 36% de la población mundial tiene la oportunidad de oír el Evangelio, pero permanecen quietos sin evangelizar a pesar de la cantidad de iglesias en su región. Todo esto nos deja con el 32% de la población mundial que no tiene oportunidad de oír el Evangelio. Muchos de estos nunca han oído del nombre de Jesús. Según cálculos suman más de 680 millones de personas en esta condición.
El índice de mortalidad en el planeta Tierra es de 57.9 millones de personas cada año. Cada día mueren 158.857 personas, de las cuales aproximadamente 66.000 mueren sin haber tenido ningún acceso al Evangelio. Mueren 6.619 cada hora, 110 personas cada minuto, aproximadamente 1,64 personas mueren cada segundo.
Una mirada desde el punto de vista “religioso” nos deja ver que Iberoamérica es el sitio más evangelizado del planeta, contando a todos los creyentes, tenemos cerca de la mitad de la cristiandad global. Según datos moderados representamos el 49% de los creyentes, mientras que África cuenta casi con el 27% de los cristianos del mundo, Estados Unidos y Canadá el 6%, toda Europa el 9% y Asia apenas el otro 9%.
El Islam cuenta con 1.750 millones de seguidores en el mundo, siendo la religión de más avance en la actualidad. Cabe destacar que su crecimiento no es por proselitismo sino por tasa de natalidad. Se calcula que hay dos misioneros por cada millón de musulmanes en el mundo.
Otras cifras impactantes. Hay 850 millones de ateos, 900 millones de hinduistas, 375 millones de budistas, más de 100 millones de personas en grupos tribales. Creo que esto apenas nos muestra un panorama religioso mundial.
Por último, quiero usar el mismo pasaje, pero de La Biblia en Lenguaje Sencillo: “Después de sembrar el trigo, ustedes dicen: “Dentro de cuatro meses recogeremos la cosecha”. Fíjense bien: toda esa gente que viene es como un campo de trigo que ya está listo para la cosecha”. (BLS)
Si “alzamos los ojos” podremos ver que “toda esa gente que viene es como una campo de trigo listo para la cosecha”. Si nos situamos en el contexto, la mujer samaritana, había ido a la ciudad y trajo consigo una multitud de gente asombrada por el cambio en su vida. Me gusta esta traducción porque “aparecen las multitudes” deseosas de lo mismo que consiguió la mujer, “agua que salta para vida eterna”.
Las multitudes en las naciones están sedientas que alguien les muestre “el camino de Jesús”. Le sorprendería saber que miles, al recibir el mensaje por primera vez, lo aceptan con emoción, es “EL MENSAJE” que estaban esperando, la respuesta a sus necesidades, el AGUA DE VIDA para sus vidas.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta situación? Considerar los grupos no alcanzados como un objetivo prioritario de la iglesia, aceptar el llamado a IR, interceder por los no alcanzados pidiendo al Señor por más obreros, participar financieramente y encontrar el lugar que debes ocupar en la obra misionera.
Marcos Daniel Pelozo
Misionero en Moravia, Costa Rica
Anteriormente fue misionero en Presidente Franco, Paraguay por tres años y en Barquisimeto y Mérida, Venezuela por 6 años.
Trabajó en el Departamento Nacional de Misiones de Argentina.
Actualmente dirige la Agencia Misionera de Asambleas de Dios en Costa Rica.
Daniel es miembro de la Comisión de Misiones en Conjunto (MEC), red informal de Agencias Misioneras de Asambleas de Dios en el Continente y es parte de la Comisión de Hechos Uno Ocho, para el desarrollo de las Misiones de Asambleas de Dios a nivel global.
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Categoria: Edición 8 | Iglecrecimiento, entrega 9, MINISTERIOS, Misiones