PARA EL MUNDO QUE SERVIMOS. Parte II B

| 29 junio, 2015

Edificar la paz de Cristo en nuestro mundo dividido y quebrantado.
El compromiso de Ciudad del Cabo. Movimiento Lausana.

Continuamos con la entrega del material publicado por el Movimiento de Lausana.

Sección 1. “La Paz que Cristo logró”.

La reconciliación con Dios es inseparable de la reconciliación de unos con otros.

Cristo, quien es nuestra paz, hizo la paz a través de la cruz, y predicó la paz al mundo dividido de judíos y gentiles. La unidad del pueblo de Dios es a la vez un hecho (“de ambos pueblos hizo uno”) y un mandato (“solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz” o “esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”, NVI).

El plan de Dios para la integración de toda la creación en Cristo está ejemplificado por la reconciliación étnica de la nueva humanidad de Dios. Este es el poder del evangelio tal como fue prometido a Abraham.60

Afirmamos que, si bien el pueblo judío no estaba ajeno a los pactos y a las promesas de Dios de la forma que Pablo describe a los gentiles, sigue necesitando reconciliarse con Dios a través del Mesías Jesús. No hay ninguna diferencia, dijo Pablo, entre el judío y el gentil en el pecado; tampoco hay diferencia alguna en la salvación.

Sólo en y a través de la cruz pueden ambos tener acceso a Dios el Padre a través del único Espíritu.61

a. Por lo tanto, seguimos afirmando categóricamente la necesidad de que toda la Iglesia comparta con el pueblo judío las buenas noticias de Jesús como Mesías, Señor y Salvador. Y, en el espíritu de Romanos 14 y 15, instamos a los creyentes gentiles a aceptar y alentar a los creyentes judíos mesiánicos, y orar por ellos, en su testimonio entre su propio pueblo.
La reconciliación con Dios y de unos con otros es también el fundamento y la motivación para buscar la justicia que Dios exige, sin la cual, dice él, no puede haber paz. La reconciliación verdadera y duradera requiere el reconocimiento del pecado pasado y presente, el arrepentimiento ante Dios, la confesión a la persona herida, y la búsqueda y aceptación del perdón. Incluye, también, el compromiso de la Iglesia de buscar justicia o reparación, cuando corresponda, para quienes han sido lastimados por la violencia y la opresión.

b. Anhelamos ver a la Iglesia de Cristo en todo el mundo, aquellos que hemos sido reconciliados con Dios, viviendo nuestra reconciliación de unos con otros y consagrados a la tarea y la lucha de la pacificación bíblica en el nombre de Cristo.

60 Efesios 1:10; 2:1-16; 3:6; Gálatas 3:6-8 (Ver también la Sección VI sobre el tema de la unidad y la asociación dentro de la Iglesia).
61 Efesios 2:11-22; Romanos 3:23; Romanos 10:12-13

 

 

lausana cape town

MOVIMIENTO LAUSANA
Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo
1era de Corintios 5.19
www.lausanne.org/es/

 

 

 

Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.

Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.

La dirección de Cordialmente procura que la expresión bíblica “examinadlo todo, y retened lo bueno” sea el objetivo, por lo cual se invita a los distintos escritores a presentar sus fundamentos dejando el juzgamiento del artículo en cada uno de los lectores.

 

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Categoria: Edición 15 | ¿Me asocio o me aíslo?, entrega 9, Evangelismo, MINISTERIOS

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