Por la Justicia, para la PAZ

Vemos con suma preocupación el avasallamiento institucional que evidencia el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) declarando inconstitucional una Ley y restableciendo otra que fuera derogada por el Congreso de la Nación hace quince años, hecho sin precedentes en la justicia argentina, con el agravante que la Ley en cuestión es la que regula al Consejo de la Magistratura en su composición, fiscaliza el accionar del Poder Judicial  y administra sus recursos.

Ante esta delicada situación, las pastoras y pastores que integramos el espacio PASTORES POR LA GENTE (PxG) adherimos a la “Marcha del 1F”, que tendrá lugar el martes 1 de febrero próximo, frente al Palacio de Tribunales, Sede de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la ciudad de Buenos Aires y en diferentes ciudades de todo el país en defensa del Estado de Derecho y en demanda de la Reforma Judicial que ponga fin al Lawfare.

Cuando hablamos de Lawfare nos referimos al mecanismo de persecución política a través de jueces, y sus fallos, muchas veces sin pruebas o basados en pruebas falsas. A las persecuciones que son de público conocimiento se suman las muchas causas armadas, para llenar estadísticas de seguridad, por las que se encarcela a inocentes y libera a culpables, accionar del que somos testigos por nuestra labor pastoral.

Es la justicia, a nuestro parecer, el eslabón más importante en un sistema democrático y republicano. Cuando la misma responde a los intereses económicos y del poder, el eslabón se rompe, quedando el pueblo entero al desamparo, sin nadie a quien acudir. Tal condición es descripta por el profeta Miqueas en la Biblia:

Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, 
y el juez juzga por recompensa; 
y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman. 
El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; 
el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión. 
Miqueas 7.3-4 RV1960

La justicia debe ordenar y equilibrar una democracia.

Reclamamos para nuestra República, un Poder Judicial independiente, democrático, sin privilegios, saneado y depurado, para que en forma ágil y justa defienda a la ciudadanía y los intereses de nuestra nación.
Creemos que se impone en forma urgente la reforma integral de este poder pilar de la República.

Sin justicia no hay Estado de Derecho.
Si no hay Estado de Derecho, se abre el camino para el terrorismo de estado, experiencia ya vivida en nuestra Patria, en días cuando el pueblo no tuvo dónde recurrir.

Convencidos declaramos, levantando nuestra voz en oración y en proclama: 

La justicia hará posible la paz; la justicia redundará en reposo y seguridad para siempre.

Isaías 32:17 RVC

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Categoria: Comunicados