EL NÚMERO DEL DOLOR
Desde el colectivo PASTORESxlaGENTE, expresamos nuestra preocupación y repudio ante las declaraciones negacionistas de algunas y algunos candidatos que se postulan para las próximas elecciones.
Es macabro plantear la discusión por las cifras de las víctimas, como si el secuestro, la tortura, el asesinato, la apropiación de criaturas recién nacidas, no fueran aberrantes en sí mismas, máxime cuando, quien ejecuta tal impiedad, es el Estado en su conjunto.
Tales delitos son de lesa humanidad, pues los ciudadanos no tienen donde buscar refugio ante la
perversidad. Es entonces cuando la República, que debe ser madre de todas y todos, se convierte en una
tiranía cruel, que sustrae toda garantía dejando la vida en constante riesgo.
El estupor crece cuando, a esta aberración, los mismos actores suman planes económicos similares a los
que fueron la verdadera razón de ser de la pasada dictadura cívico-militar-eclesiástica, elogiando a
personas que sumieron al país en una deuda siniestra, destruyeron la matriz industrial y económica,
aniquilando el entramado social de nuestra patria. Así multiplicaron, con el correr de los años, el número de víctimas sentenciadas por la pobreza y el abandono.
El número 30.000 es una interpelación que busca respuesta del Estado, que golpea a la puerta de la
Justicia, para conocer el destino de quienes desaparecieron fisicamente pero están presentes ahora y
siempre.
Desde nuestra misión pastoral, bregamos día a día para sanar las heridas abiertas por la avaricia asesina
que enlutó nuestra historia con las y los desaparecidos. Su voracidad fagocitó la vida de militantes -que en caso de haber cometido delitos deberían haber sido juzgados-, madres y familiares que reclamaban por el paradero de sus hijas e hijos y bebés secuestrados, de los cuales más de 300 se encuentran con vida pero en estado de cautiverio.
El perdón se activa por medio del arrepentimiento, el cual produce frutos que lo evidencian. Por esta razón, exhortamos a los responsables a fabricar un puente que supere la grieta, dando a conocer el destino de las personas desaparecidas, muertas y vivas. Solo así vendrán tiempos en los que las almas de todas y todos encuentren descanso. Con la misma intensidad y en el mismo sentido, llamamos a quienes sostienen y defienden tales pecados del pasado a meditar y arrepentirse y, así, procurar la paz.
Asimismo hacemos un llamamiento al pueblo a ejercitar la memoria para no volver a transitar las mismas
sendas de dolor.
Creemos en la bienaventuranza de los pacificadores, tal como nos enseña Jesús, razón por la cual
invitamos a todas y todos a sumarse para ser fabricantes de paz.
Nuestras oraciones no cesan y claman a Dios con memoria, conociendo la verdad en búsqueda de la
justicia.
Por tanto, para que sean borrados sus pecados, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios,
a fin de que vengan tiempos de descanso de parte del Señor,
enviándoles el Cristo que ya había sido preparado para ustedes, el cual es Jesús.
Hechos de los Apóstoles 3.19-20 NVI
Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento.
Y no se pongan a decir: “Tenemos a Abraham por padre”.
Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham.
Lucas 3.8 NVI
Nota: Las cifras de los desaparecidos varían de acuerdo a la fecha en que fueron contabilizadas. A medida que el temor fue emigrando de los corazones, el número de denuncias se incrementó. No obstante, por medio de documentos desclasificados por el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, sabemos que los militares argentinos ya reconocían 22.000 víctimas de su accionar entre 1975 y 1978.
https://www.lanacion.com.ar/politica/el-ejercito-admitio-22000-crimenes-nid791532/
Cordialmente es la expresión de PASTORESxlaGENTE que fiel a sus principios no procura fijar conceptos únicos, sino que busca expresar la diversidad en la pluralidad que caracteriza al movimiento evangélico.
Las notas publicadas en esta edición digital reflejan la opinión particular de los autores.
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Categoria: ACTUALIDAD, Editorial
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Gracias por este artículo, recuerdo con tristeza el silencio absoluto de casi toda la iglesia en los días de la dictadura, esta es una voz de alerta y reflexión para los ciudadanos que no vivieron esos días y para los que tienen poca memoria.
De acuerdo con todo lo dicho por pastores por l a gente es momento de resistir al enemigo más que nunca